6; volar

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—Oye, de nuevo pareces perdido, ¿a dónde vas tanto yoi? —preguntó el rubio pasando una mano frente a la cara del pecoso.

—Voy a las islas de intensamente de seguro. —bromeó haciendo reír un poco al comandante.

—Qué gran aventura. —sonrió, pero su sonrisa desapareció al escuchar a alguien llamarle desde abajo (ellos normalmente conversaban en el nido de cuervo). —enseguida vuelvo, Ace. —comentó antes de convertir sus brazos en alas y bajar.

Entonces Ace se preguntó ¿qué se sentirá volar?

Marco habló unos segundos con su hermano de tripulación antes de subir nuevamente al nido de cuervo y encontrarse a Ace viendo en el cielo como pasaba una manada de pájaros volando con una mirada de curiosidad.

Tenía dos opciones en este momento:

a) se acercaba por detrás y lo asustaba

b) se convertía en fénix completamente y se posaba en su cabeza... o en su hombro.

Decidió optar por la opción b. Con un leve destello azul, su cuerpo se transformó en un majestuoso fénix. Se acercó silenciosamente y se posó delicadamente en el hombro de Ace.

—¡¡SE MURIÓ EL DIABLO!! —Ace se asustó volteando bruscamente. Su cara cambió cuando vio al fénix en su hombro. —Tú tienes una seria obsesión con asustarme, ¿no es así?

El fénix volteó su cabeza hacia otro lado fingiendo demencia.

—Muy bien... —Ace tomó al fénix y lo tiró. —¡Vuela alto, piérdete y no regreses!

No obstante, Marco hizo una maniobra para volver a subir. Aterrizó frente al pecoso quien ya se esperaba eso. Volvió a su forma original y se sacudió las plumas antes de mirar al azabache.

—Te dije que volaras alto y te perdieras. 

—¿Creíste que lo haría yoi? —preguntó alzando una ceja. Ace rió y negó.

—Aprendí que no puedo deshacerme de ti aun a las malas. —murmuró mientras lo miraba entrecerrando los ojos como si lo acusara.

—Ah, qué bueno que lo entiendes. —sonrió falsamente. Luego ambos se miraron y estallaron en risas.

—Oye, Marco, ¿qué se siente poder volar?

—No lo sé, ¿lo comprobamos yoi? —luego de decir esto, su fénix volvió y, con sus garras, tomó al pecoso de los hombros para acto seguido elevar el vuelo.

—No lo sé, ¿lo comprobamos yoi? —luego de decir esto, su fénix volvió y, con sus garras, tomó al pecoso de los hombros para acto seguido elevar el vuelo

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Jajaja perdón por no subirlo el 24, estuve ocupada desde mi cumple así que no pude prender mi laptop.

I'm happy :D gracias a los que me desearon un feliz cumpleaños 💞

cursed blood | maraceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora