24 de diciembre 2022
Estoy segura de que me quedé dormida en la silla del pasillo en la veterinaria.
Nada parecido a la comodidad de la cama que siento bajo mi espalda.
—¿Por qué mierda...? ¿Dónde está muérdago?
—Está en buenas manos —replica Maxwell y yo desvío la vista por la habitación para encontrar que su voz viene desde donde está sentado en el sillón del cuarto, todavía está completamente vestido a excepción de su abrigo y la manera en que mi propia ropa se siente excesivamente fría sobre mí es un indicio de que acaba de trasladarme aquí desde el auto.
—¿Por qué me trajiste? ¿No podías volver solo y dejarme con él?
—¿Dejarte con Rocco? —Arqueo una de mis cejas cuando él hace lo mismo.
—Dejarme con muérdago —corrijo con exasperación —. Ni siquiera recuerdo haber visto a ese hombre en la boda —replico balanceando mis piernas por el borde de la cama hasta que mis pies tocan la alfombra afelpada.
—Eres mi esposa, Chloe, no iba a dejarte sola allí.
—Entonces era cuestión de quedarte allí, no lo entiendes, no puedo dejarlo solo.
—Estoy seguro de que muérdago estará bien —musita demasiado calmado para mi gusto y quiero maldecirlo sintiendo mis ojos cristalizarse—. ¿Qué hiciste hoy? —indaga y yo levanto la vista de mis pies hacia su rostro, recuerdo entonces nuestra conversación en la clínica y cedo a desviar la mirada hacia el reloj sobre la mesita de noche en mi lado.
A pesar de lo mal de nuestro matrimonio, nos hemos acostumbrado a dormir en la misma cama, sugerí que tuviéramos cuartos separados en cuánto nos casamos, pero él dijo que no tenía problemas.
Y de todas formas él no duerme mucho aquí.
—Nada, te estaba... esperando y luego solo pensaba en muérdago.
—Lo siento —murmura para mi sorpresa y yo sacudo la cabeza —. Lamento haberte dejado sola.
—Ya quedamos en que fue un malentendido.
—De todas formas, tienes razón, debí llegar para acompañarte con tus padres —Tuerzo los labios balanceando la cabeza mientras me encojo de hombros —. ¿Cenaste?
—¿Tú lo hiciste? —reviro y él pasea su lengua sobre la hilera de dientes superiores.
—Estaba ocupado.
—Yo también —Me encojo de hombros poniéndome de pie mientras lo observo, su mirada se desliza a lo largo de mi cuerpo, el pantalón negro de lana a juego con mi blusa de mangas largas—. ¿Por qué pensaste que te odiaría por casarnos?
—Ya te lo dije, dijiste que odiabas la idea de ser una esposa trofeo...
—Pero no me ibas a convertir en eso, estudié la carrera que quería, trabajo de lo que quiero, si no fuera por este pequeño detalle sería... considerablemente feliz —No lo miro, pero siento sus ojos grisáceos quemar mi cara.
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El muérdago que nos unió ✓
Romance🎄 | Un matrimonio dificil, un desastre en navidad y una solución... el muérdago que nos unió. *** Especial navidad 2023. Carlie Leblanc