Caos en blue lock

III

Los concursantes del reality, quienes vestían uniformes similares a los de blue lock, pero con la diferencia de que éstos eran de color negro azabache, se encontraban ya dentro del lugar en donde se realizaría el reality. Estaban desempacando sus cosas, le asignaron a cada uno una cama, recorrieron los lugares en conjunto y cuando el periodista, que resultó ser el anfitrión del reality y así mismo el presentador, les terminó de hacer el tour. Los chicos se reunieron por afinidad y comenzaron a entablar conversaciones entre ellos. Se encontraban en el lobby con sofás elegantes en el centro del complejo. Kunigami estaba bebiendo un bebestible como si nada, cuando de repente se le acercó Chigiri y se sentó junto a él. Isagi, por su lado, estaba viviendo un infierno, desde el momento en el que se sentó, dos muchachos se sentaron cada uno a su lado. Impidiendo así que Bachira e Isagi pudiesen siquiera entablar una conversación amena como las que solían tener siempre.

Bachira se sentía como uno más. Se sentía así, porque asumió que Isagi era tan, pero tan popular que nunca lo vería con otros ojos. Para Bachira era simple, sólo él pudo sacarlo de su desolación, pudo entender al monstruo que lo acompañaba en los partidos y pudo hacerlo muy feliz. Sin embargo, todo comenzó a cambiar cuando de repente lo empezó a encontrar atractivo y muy atento para con él. Ahí, fue donde, en retrospectiva, se enamoró de Isagi. Y no, no hubo vuelta atrás tras resolver esos sentimientos. Sabía que con su alta demanda era imposible establecer un vínculo más allá de la amistad, sin embargo, esos sueños que tenía en donde él caminaba de la mano con Isagi en un campo floreado de girasoles y en donde se transmitían una mirada llena de cariño, respeto y amor, nadie se lo podía quitar de su mente, ya que, era un sueño tan real, tan vívido que olvidarlo, eso nunca. Cuando soñaba con ello, no le gustaba despertar. Bachira, estaba sentado frente a Isagi siendo testigo de como se peleaban por él. Al rato, Bachira se cansó de ser espectador y decidió entrar en contacto con la naturaleza. Por ende, salió de la casa y se sentó en una silla mecedora que había por ahí y se quedó ahí. Aunque claro, al rato se quedó dormido.

En el parque de girasoles, estaban él e Isagi. Éste, en esta ocasión se agachó y sacó un girasol de color naranja. De esta manera, se la entregó a Bachira, éste conmovido por el gesto lo aceptó al borde de lágrimas de felicidad. Luego, no pudo evitar susurrar:

一Isagi...

Sin embargo, algo ocurrió. Debido a que el sueño de Bachira era tan, pero tan real, no pudo evitar susurrarlo en la vida real. Y alguien fue testigo de lo anterior. Isagi estaba a su lado, y escuchó claramente como él le susurraba su nombre. De esta forma, no pude evitar pensar que él estaba soñando con su persona, algo que le dio esperanzas, muchas esperanzas. Isagi sonrió, y como estaba dormido. Pensó en cometer ese gesto que nunca pudieron concretar aquel día en el armario. Revisó a ambos lados para evitar ser visto por alguno de sus compañeros. Se fue acercando a él con lentitud correcta, fue aproximándose poco a poco a sus labios. Y como si alguien malvado le hubiese susurrado a Bachira que abriera los ojos, él los abrió y con lo que se vino a encontrar al momento de abrirlos, sería algo que jamás olvidaría. El rostro del chico que le gustaba estaba muy cerca del suyo, algo que le hizo florecer sus esperanzas de tal manera que ahora si le decían que Isagi no gustaba de él, no lo creería. Estaba en las nubes y más por la reacción posterior que tuvo Isagi. Éste al ver cómo sus ojos se abrieron de golpe, retrocedió sonrojado hasta la coronilla e iba a huir sin más, pero Bachira lo llamó e Isagi se volvió a sentar. Y ¿en qué mundo Isagi no acataría una orden de Bachira? En ninguno, Bachira tenía ese poder sobre él. Ese poder que nadie más podría tener sobre él. Cielos. Y ahora qué le diría Bachira.

一Isagi... 一dijo Bachira一. ¿Al fin escapaste de esos dos?

Lo anterior sacó de onda a Isagi, pero quizás, tan sólo quizás Bachira no quería avergonzarlo más de lo que estaba y por eso evadió el tema. No importaba la razón la verdad, ya que, Isagi celebró el hecho del cambio de tema.