CAPÍTULO 4

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By Bill

Despúes de una tarde de juegos con Tom, el tuvo que irse porque ya se hacía tarde, era casi la 1:00 am, cuando cruzó por esa puerta inmediatamente se me borró la sonrisa, él era el motivo de mi felicidad, cuando mamá cayó en las drogas, Tom me tendió una mano para no cometer el mismo error, o uno peor... Pero eso ya quedó atrás, o eso supongo.

-¡¡BILL!!-ahí está, llamándome para seguramente limpiar el cochinero de latas de cerveza, restos de cigarrillos y bolsas con polvos que ni quiero pensar que mierda son.

Bajo las escaleras y me encuentro con el mismo panorama de siempre, hecho un desastre-¿qué pasa mamá?-pregunto aún sabiendo cual es la respuesta.

-Recoje todo esto que ves aquí, yo saldré un rato, necesito descansar de tanto soportarte y ver tu cara de marica por todos lados-wow, que hermosas palabras.

Ni siquiera me dejó responderle cuando salió dando un portazo, intenté contener las lágrimas pero fue inútil cuando me di cuenta que estas ya resbalaban por mis mejillas-porque tuviste que caer en esto, ¿no te das cuenta que te haces daño y a la vez me dañas a mí?-dije en voz alta como si ella me pudiera escuchar, algún día tendré el valor para decirle esas palabras en la cara... Algún día.

Sin más, me dispuse a limpiar el desastre, no tarde en terminar.

Pero las lágrimas si tardaron en desaparecer.

By Tom

Estaba en mi habitación, mirandome en el espejo nuevamente antes de irme a dormir, cuando pude ver por el reflejo de este a mi vecino, de nuevo, pero había algo diferente... Él estaba...¿llorando?, me acerqué a la ventana y efectivamente, estaba llorando. Un sentimiento me recorrío el cuerpo y no pude evitarlo, me dirigí a mi puerta para salir rápidamente de ahí.

Cuando llegué a su casa toque la puerta, al dar tres toques se abrió y pude ver a un Bill con apariencia cansada, ojos llorosos y rojos. Rápidamente lo envolví en mis brazos e hice que recargara la barbilla en mi hombro.Él sollozaba sin control, cerré la puerta detrás nuestro y lo alejé para mirarlo a los ojos-¿qué pasa Billy? ¿Porqué lloras?-le pregunté mientras acariciaba sus mejillas con mis pulgares, limpiando las lágrimas de estas.

-Mamá, Tomi, ya no soporto ver cómo se hunde en esa mierda de vida, se hace muchisimo daño, y eso también recae en mi, snif... Y... N-no se como a-ayudarla-siguió llorando, me dolía verlo así, siempre duele.

-vamos-le dije empezando a caminar escaleras arriba con el en brazos, como si fuera un bebito indefenso... En parte lo era. Llegamos a su habitación y lo tumbé en la cama con cuidado, lo dejé sentadito en ella, me alejé para cerrar la puerta y en cuanto volví a su lado me jaló del brazo para abrazarme. Reí bajo por como se comportaba, como un niñito que tiene miedo, pero no me disgustaba. Sabía que el sufría a tan corta edad.

...

-Tomi-me llamó después de unos minutos de estar abrazados.

-dime-

-¿Tu me dejarás solo?-

Al escuchar esas palabras rápidamente me reincorporé arrodillandome frente a él.

-¿porqué preguntas eso?

-porque es lo que todos me hacen, papá me dejó solo, se fue, los abuelos también me dejaron solo hace años y ahora... Mamá me dejó solo... ¿Tu también te irás como los demás? -

Agarré su mano y la entrelazé con la mía, la apreté suavemente como si fuera lo más fragil que eh tocado.

-si algún día me voy, te llevaré conmigo, pase lo que pase...jamás te dejaría solo porque eres parte de mi, eres la gasolina que me da fuerza para vivir, mi mano derecha, la persona con la que puedo contar en los momentos buenos hasta en los más jodidos, si tu mueres yo muero, si tu te vas yo me voy contigo...a donde quieras, si algún día tengo que matar por tí...mato, haré todo lo posible para no irme de tu lado porque te amo. Te amo con cada uno de mis sentidos. Te amo solo a tí...mi Billy.

Sus ojos se cristalizaron y en menos de un segundo ya lo tenía enganchado a mi cuello como si fuera su soporte para mantenerse estable, enrredó sus piernas en mi cintura y sus brazos en mi cuello, escondiendo su carita en este.

-yo también te amo Tomi-susurró

Una escalofrío recorrió mi columna al sentir como Bill dejaba un besito en mi cuello y comenzaba a dejar más.
Sentía sus lágrimas empaparme el cuello, pero eso no me importó, dejé que Bill siguiera dejando sus besos ahí... Intenté mantenerme calmado y no perder el control, pero cuando Bill frotó su pequeña nariz respingada contra mi cuello en un gesto cariñoso... Ya no pude más.

Tomé su rostro con mis manos y en un rápido movimiento uní mis labios con los suyos. Bill se quedó inmóvil durante un momento pero después cerró sus hermosos ojitos y me siguió el beso, un beso tímido e inocente. Me tomó de la nuca para profundizar un poco más, sus labios eran suaves, dulces, me sentía en el puto paraíso. Lo tomé de la cintura y lo levanté para sentarlo en la cama, el encima de mis piernas. Rompimos el beso y nos miramos a lo ojos, los suyos brillaban, y no por las lágrimas.

Me miraba con un poco de confusión, como si estuviera recapacitando lo que acaba de pasar. Y justo en el momento donde hiba a hablar, yo abrí mi boca para hacerlo.

-Bill kaulitz, mi vecino y mejor amigo, estos últimos años de amistad han sido los mejores que eh tenido, a tu lado, desde que te conocí me pareciste una personita preciosa, tanto en apariencia como en sentimientos. Te has convertido en mi único pensamiento de mi día a día, a todas horas, minutos y segundos. Quiero poder ver tu sonrisa cada uno de los días de esta semana, la siguiente, y las de en un futuro. Billy... ¿Te gustaría ser mi novio?-

Silencio...

Silencio...

Silencio...

¡¡¡PUM!!!

Si me hubieran avisado lo que pasaría después de confesarle mi amor a Bill, me lo hubiera llevado lejos de ahí... De ese infierno donde vivía llamado "hogar", hubieramos vivido nuestro amor juntos, yo hubiera tenido mi respuesta... Y él... Hubiera sido feliz.

Mi vecino By Pao (Toll) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora