Mi vecino By Pao (Toll)

CAPÍTULO 9

By Bill

Joder, jamás había estado tan contento y entusiasmado como en este momento.
Es él, mi Tomi, mi amor de pequeño.
Mi mejor amigo, vecino y futuro compañero de vida.
Es él...
Lo encontré...

Me quedo embobado mirándolo a los ojos, y no puedo evitar que las lágrimas se acumulen y amenazen con salir de los míos.
Tanta felicidad y nostalgia me recorren el cuerpo.
Me abalanzo encima de él sin importarme nada.
Me siento en su regazo, con mis brazos alrededor de su cuello y mi cabeza escondida en éste.
Empiezo a sollozar y soltar pequeñas lágrimas que empapan su bronceada piel.

—Eres tú... Tomi, eres tú... —Digo con voz entrecortada, pero jodidamente feliz.

—Si Billy, soy yo... Tu Tomi—Dice él en mi oído mientras me abraza por la cintura y propicia caricias a mi espalda.
Sigo llorando como Maria Magdalena pero no me importa, lo tengo, al fin lo tengo de vuelta.

—C-creía que...nunca te iba a volver a ver... —Digo entre sollozos—Pero aquí estás, aquí conmigo... —Le acaricio las mejillas lo más delicadamente que mis manos me permiten. Viéndolo a los ojos, esos ojos que tanto me encantan.

—Ya estoy aquí, Billy, yo también pensé lo mismo, siempre me preguntaba cómo estarías, que sería de ti y... Ahora te tengo entre mis brazos, te extrañé demasiado, no sabes cuanto... —Pegó su frente con la mía, viéndome a los ojos, una sonrisa de lo más tierna que formaron sus labios, esa sonrisa que pensé que no volvería a ver.

Debido a la poca distancia entre nuestros rostros, podía sentir su aliento, olía tan bien... Mis ojos se desviaron hacía sus labios los cuales... No pude evitar besar.
Acorté la poca distancia para probar esos labios que en tantos años estuve privado de ellos.
Era un beso dulce, sin prisas, movíamos nuestros labios de una manera tan tierna. Cuando nuestras lenguas entraron al juego, solté un pequeño gemido de gusto. Me encantaba como su lengua se entrelazaba con la mia, nuestra saliva se mezclaba, podía sentir el sabor de ella, de su saliva y... Sabía a pura gloria, me volvería adicto a besarlo.
Tom paseaba sus manos por mi cintura, costados y caderas. Me sentía protegido, amado y deseado entre sus brazos.
Me separé de él solo para mirarlo a los ojos, Tom en respuesta soltó un gruñido al separar mis labios de los suyos, quería seguir besandome.
Dejé nuestros labios y narízes rozandose.
En un gesto cariñoso.
Sonreímos mientras tenemos nuestras miradas conectadas, no necesitamos decirnos palabras porque con ese simple gesto nos decimos cuanto nos hemos extrañado.

—N-no puedo C-creer que seas tú...snif—digo entre sollozos que no puedo evitar emitir.

—Ni yo cariño... No llores, ya estoy aquí, ahora nadie te va a llevar lejos de mi lado, te voy a proteger con mi alma y vida si es posible—Dijo mientras frotaba su naríz con la mía.
Le creía, después de unos días siendo mejores amigos, agarré la suficiente confianza para contarle mi pasado.
Ese horrible pasado cuando mi mamá me vendió a un hombre para... Prostituirme.
Necesitaba desahogarme, y el se había convertido en una persona tan especial para mí.
Y ahora lo es el doble, triple y mucho más allá.

—Billy, esta pregunta que voy a hacerte... Tiene años que no es respondida por la persona correcta—

Ahí viene, me lo va a pedir de nuevo.
¡¡¡Que emoción!!!

—Billy... ¿Quieres ser mi lindísimo novio? —me preguntó mientras sonreía y me miraba a los ojos.
Su frente pegada a la mía.

¡¡Si si!! ¡¡Si quiero!!

Suspiré.

—Si quiero, joder, ¡¡claro que si Tomi!!—le besé.

Ahora éramos novios.
Lo que siempre debió ser.
Lo amo.
Lo amo con locura.