Capitulo 3

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Amanecer de la desgracia


Cuando el trinar de los gorriones, el caminar de la gente, la actividad de los mercaderes y pronto la de los niños corriendo. El sonido de la paz en una aldea viviente. Una aldea llena de gente feliz y libre de sus acciones.

Y esa paz se respiraba en el ambiente, pero para una pareja de enamorados, que nunca habían quedando tan juntos en el amanecer de los suceso, denotaba una curiosa interacción entre ellos.

La princesa Mipha, estaba aún sujeta al agarre de Link, ignorante de que realmente ella estaba donde de verdad quería estar pero su temor la obligaba a rechazar.

Cuando sus ojos aún pesados por los efectos del alcohol en su cuerpo, al fin se abrieron, pudo ver con un dolor de cabeza leve, a su alrededor. Solo que su mente le estaba jugando una jugarreta, porque ella estaba en la casa de Link, y no el dominio Zora, por ende ella debería de estar en sus aposentos y no en los de.... Link.

La palabra mierda corría por su mente al darse cuenta que estaba acostada en la cama de su mejor amigo. Volteo hacia arriba y noto que ya no era de noche, que el día alumbraba todo la alcoba, y sin contar que todos ya estaban despiertos menos ella.

Lo bueno de ser un zora era que aunque no soportaban el alcohol, su metabolismo lo desechada muy rápido, entonces ella no podía desarrollar resaca. Así que intento respirar poco a poco para darse el lujo de saber bien dónde estaba parada o bueno acostada en todo caso.

Intento moverse un poco, pero al intentarlo pudo sentir como alguien la limitaba, como sentía que alguien la obligaba a estar junto a ella. Volteo a la altura de su abdomen y pudo notar comí unas manos entrelazadas la mantenían cuativa de su movimiento. Pero lo curioso era ¿de quien eran esas manos?.

Al seguir viendo, notó el recorrido de sus brazos y la seguir noto un traje particular, uno que se asemejaba a una túnica de campeon, pero solo habían dos campeones en esta aldea, era ella y..... Link

-por la diosa, me esta abrazando, me esta abrazando....-grito en su mente la zora.

Mipha al juntar todas estas piezas descubrió algo de lo que jamás se llegó a esperar. Pero algo cierto había de todo esto, vaya que se sentía bien. Sentir su cuerpo tan pegado al suyo, su persistente respiración en su cuello, sus brazos aferrándose a su cintura. Todo lo que podía ser perfecto en una relación de pareja estaba sucediendo. Pero ellos dos no eran pareja. Así que por obvias razones Mipha poco a poco perdió esa sensación de calides por una un poco más incomoda.

Sentía que esto tal vez no se lo merecía, pero también la duda de ¿como llegó a esta situación?, haber recapitulemos. Después de que Link y Aryll le ofreciera un tarro de cerveza de raíz, estuvo perfectamente bien, pudo notar como Link igualmente tomaba su propio tarro, o bueno eso creía hasta que vio que era el quinto de la noche.

-¿a donde hiba todo ese alcohol?-se preguntaba Mipha.

Y bien, pensó que si Link le hiba bien con tanto tarro, suponía que no era tan fuerte, así que decidió tomarse otro. Aunque no fue tan buena idea, digamos que ella no sabía de qué Link resistió muy bien el alcohol, y solo fue necesario que ella tomara otro tarro de cerveza de raíz, espesa y espumosa, para quedar completamente noqueada.

-no vuelvo a tomar en mi vida de esa manera- volvió a pensar Mipha.

Entonces, no recuerda bien que pasó después de eso, pero quien la trajo a la casa de Link, ¿habrá sido Link?.

Tantas cosas corrían por su cabeza de manera expontanea. Hasta que sintió como alguien detrás de ella se movía, mientras escuchaba como se quejaba de su posición, así mismo sintió como su cadera alfin fue soltada por sus brazos. Sintió como el hyliano detrás de ella se empezaba a despertar.

The Legend of Zelda. Tears of the CalamityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora