Algunas semanas habían transcurrido, desde aquel día en el restaurante, de hecho, si no pensará que era su imaginación, habría jurado haber visto al sexy hombre, seguramente había quedado tan encantado que le parecía verlo en todas partes, o eso pensó.
Hasta que un día por la tarde, caminando por los pasillos del supermercado en el que siempre solía hacer sus compras, miraba los anaqueles eligiendo su compra, estaba tan concentrado por lo que, distraídamente chocó con un cuerpo, aún tenía su ramen en la mano cuando sus fosas nasales reconocieron ese distinguido aroma enloquecedor, alzó la mirada rápidamente y una vez más esos ojos negros penetraron en lo más profundo de su interior, un efecto que lo hacía sentir desnudo y caluroso.
Era una coincidencia? Se preguntaba, ¿Está vez era real? ¿Por qué parecía extraño? Estaba ahí parado sin decir nada, claro, él tampoco decía nada, pero... Estaba apunto de preguntar si lo estaba siguiendo, cuando el atractivo adonis tan solo le consultó, "¿Sabes dónde puedo encontrar el pasillo de vinos?" Naruto confundido parpadeo unas cuantas veces antes de señalar la esquina del recinto, "Gracias" respondió el joven pelinegro y se marchó.
¿Cómo, ya se iba? ¿Así? En serio solo venia por vino? De todos los lugares de la cuidad, vino a uno de los barrios a comprar vino, ¿era una broma no? Pensó Naruto y se quedó allí pasmado.
Quería volver a ver esos ojos azules de frente, sí, había investigado todo respecto al rubio, dónde vivía, qué frecuentaba, por supuesto, él no tenía por qué saberlo, pensaría que estaba loco, y lo cierto es, que el mismo se estaba cuestionando su actuar, lo cierto es que no era lo mismo verlo de lejos a poder deleitarse del cielo azul de sus pupilas.
No comprendía cómo es que si no conocía nada de ese sujeto, aún así, su mirada le proyectaba tanta calma y calidez, estaba a poco o nada de convertirse en su droga, no podía dejar de pensarlo, olvidarlo y muchas veces hasta soñarlo.
No sé había atrevido hablar con nadie más de su ahora recién adquirida obsesión, no sabía si lo que le pasaba era normal, tampoco tenía intenciones más allá de solo verlo, no pretendía asustarlo, simplemente no aguantó más, se dijo a su mismo que no volvería acercarse, no, si es que no volvía esa impetuosa necesidad.
Naruto seguía parado pensando, en cuántas probabilidades había de encontrarse a la persona que tantas noches le había quitado el sueño desde que lo vió por primera vez, él no era de esos chicos tímidos en realidad, a pesar de haberse sentido algo coivido la noche del restaurante, por supuesto mucho tenía que ver que le atraía, lo podía sentir al tenerlo de frente, y ahora, de pronto se vio a si mismo siguiendo sus pasos.
"Oye" escuchó decir a sus espaldas.
Volteó lentamente reconociendo esa voz tan única, "¿te gustaría ir por un café?" Le preguntó el chico rubio.
Aunque lo negará, no podía decir que no pretendía lograr algo con sus acercamientos y agradecía al cielo que no tuviera que esperar más, y acudir a falsos encuentros casuales, pudo haberlo invitado el mismo, pero después de la botella se volvió torpe sin saber cómo avanzar, algo que jamás le había pasado, podía decirse que era todo un don Juan.
Pero es que ese chico rubio lo volvió tonto, parecía haberse quedado estancado, sin embargo, ahora ese mismo hombre precioso se había dirigido a él para invitarlo por un café y él no podía estar más agradecido, aún así no quiso parecer muy ansioso.
"Perdón, yo.. no quise, disculpa" se dió la vuelta al no recibir respuesta,
Para añadir más a su tontera parece que se había quedado en trance, se maldijo sasuke así mismo.
Naruto quería salir corriendo de la pena, pero su brazo fue sostenido con suavidad, se giró y miro de nuevo esos ojos negros, "puedo mover unos compromisos para poder mañana por la noche tomar un café". Contestó finalmente Sasuke.
En realidad, si tenía que mover unos compromisos, ciertamente podían ir hoy mismo, tenía un poco más libre, pero quería darse el tiempo de preparar algo especial, y verse bien para él, además de que el bello adonis tampoco se sintiera a prisa.
"Me parece bien" pudo decir, le sugirió apuntar su número de teléfono, el pelinegro asintió pero mientras preparaba el celular, recordó algo más importante. Extendió su mano para estrecharla, "mi nombre es Sasuke Uchiha", Naruto abrió los ojos entendiendo que no conocían sus nombres, el cual de hecho, le pareció interesante y sexy, "el mío es Naruto Uzumaki"
"Me gusta" mencionó el pelinegro, "por alguna razón suena muy apetitoso", a Naruto se le subieron los colores a la cara, pero claro que sabía que era el nombre de un condimento de ramen, por lo que no pudo evitar reir.
y fue así como concretaron su primera cita.
Sería bueno saber si les está llamando la atención 🤗
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Volver a ti
RomantikEstá historia se me ocurrió al ver la imagen principal. Qué contexto le pondrían ustedes? Yo me fui por una historia omegaverse, ¡Qué ojo! No es mi especialidad, solo que la imagen es con Menma y me apegué a ella. El punto es que es una historia c...