Ilusión

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"Voy" tocaban la puerta con mucha insistencia, pero no recordaba esperar a nadie, o deber a alguien como para que los golpes sonarán con tanta urgencia.

Antes de descubrir quien le llamaba, se asomó por la mirilla de la puerta y al ver de quién se trataba solo pudo abrir aún más los ojos con asombro, se echó para atrás soltando la manija al momento. Se quedó en estado de petrificacion se miró por el reflejo de la ventana de su costado y de pronto la ropa informal que llevaba puesta y que eligió  para estar cómodamente en casa, no parecía tan apropiada para atender a la entrada. 

Se encontraba en su disputa mental entre ir a vestirse decente o simplemente salir así, cuando los golpes de la puerta volvieron a escucharse de nuevo, después de salir de sus pensamientos, tomó aire y por fin se animó a abrir.

Las miradas se cruzaron fijamente, él no decía nada, decidió hablar primero "¿Sí? ¿Qué se te ofrece?" Casi ronroneaba al hablar con tan seductora voz que dejó salir y una coqueta mirada felina que lo observó con fervor, a él no parecía importarle, pero tampoco respondió su pregunta, de lo contrario aparentemente buscaba sutilmente algo a sus espaldas.

Entre tanto el galán se distraía, no dejó pasar la oportunidad de barrer la vista por todo su atractivo cuerpo, era tan apuesto, un poco delgado pero muy bien embarnecido, le causaba un poco de calor en sus adentros, fue difícil evitar echarse aire con la mano para apagar el fuego en su interior producto de las fantasias que viajaban por su mente.

"¿Vive aquí Naruto Uzumaki?" preguntó al fin un tanto dudoso. No lo esperaba, agitó la cabeza, retomando su cordura aún con cierta confusión.

"¿Buscas a mi primo?" Cuestionó de vuelta, se sintió desilusionada, por un momento creyó su príncipe azul había venido por ella, pero no, él asentía en respuesta.

"¿El vive aquí?" Se podía apreciar su inseguridad  y desespero por verlo, y no dejaba de asomar la mirada para ver detrás de ella.

Enarcó una ceja con interés "Sí, bueno no" levantó los hombros con simpleza.

Esa mujer lo haría morir de estrés "¡¿No?!" Repitió alarmado.

Karin pudo ver la angustia que le provocó su afirmación, eso solo le causaba más intriga, qué quería con su primo ese hombre, para reaccionar así.

"Es decir, sí lo hacía pero"

"¿Pero qué?" Alzó la voz ¡Maldita sea! No sé apuraba hablar, se percató que había asustado a la chica "discúlpame, no fue mi intención, solo podrías ser más clara, ¿dónde está?

"Es que él regresó a Japón" casi se desmaya de la impresión con la noticia, sentía que se le subía y bajaba la presión, la boca se le había secado, se había quedado completamente atónito, ¿había vuelto a Japón? Ahora que por fin llegó hasta aquí y él ya no estaba...  No tenía aliento ni palabras que decir, se giró sobre sus pies tomando con ambas manos su cabellera negra, mientras levantaba la cabeza viendo al techo del pasillo del edificio y luego empezó a deslizar las palmas sobre su cara con total frustración.

"¿Quieres... quieres un vaso de agua?" Tartamudeo un poco. Él la volvió a mirar, ella en cambio lo observaba con curiosidad y con los brazos cruzados "pasa, te ves exhausto y mal" y tenía razón, lo estaba, su vuelo había sido de ocho horas desde Tokio, apenas llegó, corrió directo a la dirección que se le fue dada por su hermano, y ahora sumado a su cansancio estaba la desilusión de no haber podido encontrarlo.

Avanzó junto con la mujer al interior del departamento, solo quería sentarse, ella se marchó a la cocina y volvió con un vaso de agua, ¿a Japón? Pensaba.

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