Tu no me gustas.

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☾:

El señor Hong estaba muerto y mi hermano en coma.

Escuchar los sollozos de Chayoung me helaban la piel, estuve a nada de estar en su lugar y perder a la persona que más amo.

—¿Félicité?.

Volví a escuchar la voz del señor Nam, esta vez voltee a verlo.

—Quizás deberías ir a casa a ducharte y comer algo, yo me quedaré aquí con tu hermano, no te preocupes—Yo negué de inmediato.

—No, no quiero comer ni nada de eso, estoy bien aquí.

El solo suspiro y asintió. Salió del cuarto.

Mire a Vincenzo, parecía tan tranquilo dormido. Tome su mano y la apreté con la esperanza de que me regresara el apretón pero no fue así, me recargue en la orilla de la cama a nivel de su estómago y comencé a llorar.

El no estaba en peligro, no sabían cuándo despertaría pero no corría peligro pero aún así tenía mucho sentimiento guardado.
El pensar en que el también pudo morir, hacía que sintiera punzadas en mi pecho.
Era la parte que más odiaba de su trabajo, que arriesgaba su vida constantemente.

Me levante al escuchar que alguien tocaba la puerta. Era Joonwoo.

—Hola felicidad—Me sonrió con pesar. Yo talle mis ojos y me levanté.

—¿Que haces aquí?.

—Vine a ver cómo estabas y a traerte esto—Me extendió una bolsa de regalo, la tome y la abrí. Había un peluche en forma de Jake de hora de aventura.

—¿Como sabes que me gusta?—Sorbi mi nariz mientras analizaba el peluche.

—Tu me lo dijiste.

—Ah, no lo recuerdo.

—¿Como sigue tu hermano?—Noté que miro a Vincenzo.

—Bien, solo queda esperar a que despierte.

—Hoy Sunbae enterrará al señor Hong. Me preguntaba si vendrías con nosotros.

—Claro, estoy hecha un asco pero iré.

♒︎

Le había pedido al señor Nam que se quedara con Vincenzo un par de horas mientras asistía al entierro. Fui a ducharme y cambiarme para la ocasión ya que llevaba la misma ropa desde hace 2 días.

Pedí un taxi hacia el lugar ya que Joonwoo estaba con Chayoung y no podía llevarme.
Una vez que llegue al panteón, camine hasta donde divise a dos personas de negro.
Sentí un escalofrío por todo mi cuerpo cuando vi a Chayoung de rodillas en el piso sollozando y Joonwoo sobando su espalda.

No me atreví a decir nada. Solo me quede a un lado de ellos.
Por lo que sabía, ella no tenía más familia que su padre por lo que ahora estaba sola.

No tenía un Vincenzo como yo, no tenía la suerte de contar con un hermano mayor que cuidara y viera por ella.
Una vez más en mi vida lo entendí, yo tenía mucha suerte de tener a mi hermano y no debía quejarme al estar en Corea.

𝑹𝒊𝒎𝒐𝒓𝒅𝒐 | Hanseo-Hanseok Donde viven las historias. Descúbrelo ahora