Síndrome de La R Mayúscula - Rasmus y lectora -

episodio 12

La tensión era tan fuerte que se podía cortar con un cuchillo. Los dos Huevaris machos se miraban con una de esas pocas miradas que decían por parte de Rasmus "muerete" y por parte de Damon era algo tipo "ella es mía"

Es difícil estar en una pelea de hombres siento tu la causante de ello y más si estás en el medio de ellos dos, ¿que vas hacer? Con quién te quedarás

— S-señor Damon... — Damon te miro sonriendo mientras un leve sonrojo en sus mejillas se hacía presente

— ¿Si querida?

— Bueno yo... yo ya había planeado salir con Rasmus en esta noche...— se había notado que Damon había bajado sus orejas, estaba triste — ... ¡Es por asuntos de trabajo!

— ¿Que? oye!- — metes tu mano en tu bolsillo del pantalón y sacas un bastón de caramelo con colores bastante inulsal, y se lo das a Rasmus rapidamente — que mierda...

Rasmus se le quedó mirando al baston  de caramelo, este bastoncito de dulce tenía colores bastantes similares a el color de cabello de Rasmus, Sorprendente ¿no?

— comprendo. Entonces, ¿tendrá algún día vacío para enseñarle los cuidados de sus plantas? — pregunto Damon

— Que tal si nos vemos el sábado, ¿en el parque del bosque?

— me parece fantástico — el tomo mi mano y la beso — que le vaya bien esta noche

Siento mis mejillas caliente, pero no le doy importancia alguna, el se marcha de la tienda dejando escuchar la campanita de la puerta... yo me quedo pensado en todo lo que ha sucedido hace unos minutos ¿Porque Rasmus me habia tomado de la cintura?

— Oye... Ras. Que fue todo eso — pregunte sin voltear me a ver su rostro

— ¡¿Como carajos hicieron que este puto caramelo desgraciado luzca igual que yo?! — Rasmus le comenzó a gritar al caramelo en su mano

Soy un suspiro pesado y le quitó el caramelo de su mano, dando me el gusto de que el me diera una mirada de sorpresa

— ¿¡Solo piensas en ese caramelo!?

— ¡De que coño más hablo si no! Y ¡baja el tono de tu voz, Recuerda con quién estás hablando!

— ... Porque me tomaste de la cintura... — mire al suelo, mi corazón latía a mil por hora, estaba algo fuera de si

— ¡Te dije que te mantuvieras Alejada de ese tipo!

— ... ¡Damon es una buena persona! ¡¡Es muy agradable, gracioso, sencillo, tranquilo, amable, se preocupa por lo demás y le gustan las plantas!! ¡Y no es un Maldito Bipolar como tú! — mi irá se dirigió hacia Rasmus, señalando todo lo malo de el

— ... ¡TU! — Rasmus en un ataque de enojo me tomo de la muñeca y me comenzó arrastrar con el

— ¡Rasmus suéltame!

Los clientes nos miraban, sus expresiones eran de miedo pero, no hacían nada más que mirar, murmurar y observar, hasta que uno le llamo la atención a Rasmus

— ¡Oye, deja a la muchacha! — un hombre de unos tal vez 20 años grito

— No sé preocupe, ¡Es asuntos de parejas! Verdad mi amorcito? — rasmus me sonrió, aún sujetándo mi mano con fuerza

— S-si...

El abrió la puerta de la sala de empleados y me tiró adentro haciendo que mi mano chocara con la mesa. El cerro la puerta atrás de el, está vez cerro con llave y su mirada parecía algo más que un enojo normal... tenía una leve sensación de que me mataría. Rasmus empezó a caminar hacia mi, mi cuerpo comenzó a fallar

— R-rasmus... p-porfavor perdóname Y-yo no medí mis palabras — mi mandíbula comenzó a temblar

Rasmus daba demasiado miedo, pero como lo veo ahora mismo, me estremecía todo el cuerpo. El se detuvo Frente mi, me observa con una de esas miradas suyas, no era para nada bonito eso. El levantó su mano, y con su dedo pulgar y sus dos delanteros, me tomo la cara, haciendo que mis labios se curben

— R-rasmus... — me quedé quieta, mirando a Rasmus abriendo la boca para decirme algo

— tu... ¿tu has estado con ese tipo verdad? — miro fijamente a mis ojos. La mirada de Rasmus se sentía fría y sin piedad alguna

— N-no! Pero que cosas dices... — trata de decir algo pero al parecer solo lo piensa y no lo dice. Toma uno de mis mechones de cabello, escurriendose entre sus manos

— Tengo la mala sensación de que el será un problema en el futuro, no me fío de el — el soltó su agarre de mi rostro, sentía como por mi garganta baja la saliva en forma de tranquilidad — ve a casa, tienes que prepárate para la fiesta de esta noche

— pero tengo trabajo que hace-

— ¡cállate! ¡ yo me encargo, tu mientras duerme en esta sala! Se te nota ojeras debajo de los ojos, no quiero que mís amigos piensen que tengo malos gustos en elegir acompañante

— ... pero

— ¿quieres que te reduzca el sueldo?

— No...

— eso pensé. Si quieres que las cosas salgan bien, hazlo tu mismo, y si por las moscas — Rasmus sale de la sala de empleados cerrando con llave está — ¡Espero que las ratas no te coman viva, les tendría compasión si se envenenan!

— que hijo de pu... uhg ....

Me senté en uno de los asientos, Mi cabeza cae encima de la mesa, escuchando un leve sonido por parte de la madera

— Rasmus está cambiando... ¿ los extraterrestres lo secuestraron y lo reemplazaron? ¿La ONU lo asesino y le dieron a su padre un robot de remplazo? ¿Acaso Rasmus nunca existió? ¿Realmente el algodón de azúcar está echo de azúcar y no son trozos de nubes? Nunca lo sabré... jajaja

Reía por mi crisis existencial, Rasmus un robot? Por favor, la ONU no haría tan cosa....¿verdad? Pero de algo estoy segura y es que, Rasmus está cambiando su actitud, no tengo idea si para bien o para mal pero es algo... supongo... creo