"Falso Amor" - Santiago Caputo.

Capitulo XXI: Video.

Lágrimas de tristeza brotaban de mis ojos mientras observaba el video en el nuevo teléfono que Santiago me había regalado.

¿Cómo empezó todo? Bien. Ayer me habían robado el teléfono y no supe a quien recurrir por lo cual regrese a la casa rosada donde me encontré a Santiago y le comente mi situación.

Se había ofrecido a llevarme a mi casa y se había quedado conmigo hasta que tuvo que irse por un tema importante.

Ese tema importante era, aparentemente, comprarme un teléfono nuevo.
Cuando me desperté hoy a la mañana y me levante de mi cama note que en la mesa de mi cocina había una gran caja de (tu color favorito) y una notita pegada en ella.

Me acerqué a abrirla mientras leía atentamente el papelito.

"Lamento mucho lo que pasó ayer, pero espero que puedas darte cuenta con quien estas realmente.
Chequea la galería del teléfono.

~El sexopata".

Reí por el apodo mientras dejaba la nota a un lado y abria la caja, que justamente era de mi color favorito. Él estaba en todos los detalles.

Me sorprendí cuando vi el iPhone 15 en la caja.

Lo tomé entre mis manos sorprendida mientras lo prendía. Ya estaba todo configurado.

Mientras estaba boquiabierta decidi seguir sus instrucciones, abriendo la galería del teléfono.

Lágrimas de tristeza brotaban de mis ojos mientras observaba el video que él había grabado.

Parecia un video de alguna camara de seguridad, en el cual Mariano y el hombre que me había robado estaban cara a cara mientras que Mariano le entregaba un fajo de dólares al contrario.

Me quería matar.

¿Realmente era tan estúpida de confiar en el primer hombre que me jure amor?

La respuesta es sí.

En las siguientes horas me la pasé llorando deprimida y escuchando a Taylor Swift en repetición por Spotify.

De pronto mi teléfono empezó a sonar.

Era Santiago, que ya se había agendado en mi teléfono.

No le conteste, por lo que me mandó un mensaje.

Santi.

Ya sé que estás despierta.

Me da mucha pena que te enterarás así, beba.

En 10 te paso a buscar.

Me levante del sillón con toda la paja del mundo y me fui al baño a limpiarme los ojos, que estaban hinchados de tanto llorar.

[...]

Tal como lo había prometido, Santiago me paso a buscar.

Yo la verdad estaba vestida como una crota; Un buzo oversize, pantalón medio sucio y unas pantuflas.
No tenía intención de ir a algún lado caro (aun que Santiago insistió diciendo que yo me vería hermosa hasta en una bolsa de papas).

Me negué a sus propuestas y le di unas indicaciones para ir a un lugar en especifico.

Cuando llegamos sonreí, y él me miró cómplice mientras bajábamos del auto entrando al lugar.

La Fiscalía General de la Nación, el lugar perfecto a donde ir si querés denunciar a alguien.