Capitulo XXIII: Trolita.

2.5K 110 179
                                    

Me desperté pegando un salto en mi cama. Estaba toda sudada y no comprendía lo que había sucedido. A mi lado se encontraba Santiago, que aún estaba durmiendo.

¿Había sido todo un sueño?

Esa pregunta se repetía en mi mente mientras me removia inquieta entre las sábanas. Ya eran las 10 de la mañana, así que decidí despertar al hombre a mi lado.

Repartí besos por su cara a la vez que el lanzaba pequeños gruñidos, diciéndome que lo deje dormir un rato más.

Reí ante su falso enojo mientras mis besos descendían por su pecho hasta el inicio de su bermuda. Estaba dispuesta a continuar mi camino de besos hasta que sentí como me tironeo del pelo y me beso bruscamente.

-Controlate, putita. Hoy a la noche te voy a dar lo que queres-Susurró, agarrándose la pija.

Esta misma noche teníamos una fiesta en casa de Eugenia, organizada por Iñaki. Era algo bastante casual, una juntada de amigos con aproximadamente 70 personas.

[...]
NARRADOR OMNISCIENTE

La noche cayo y pronto el DJ empezó a pasar temas más clásicos, lo que provocó que algunos invitados se levantaran, guiados por la nostalgia. Javier no dudó en ir a buscar a Fatima, que lo sacó cagando mientras se reía, y el otro se tuvo que conformar con bailar con Petri. Luis Caputo había agarrado a Sandra Pettovello, que lenta pero segura se iba soltando. Otros se movían en rondita y se arengaban mutuamente.

Eugenia, junto con otros de los más jóvenes, se acercó y agarró a Iñaki para llevárselo y enseñarle unos pasos, y _____ se quedó sentada, mirando entretenida la bailanta que se había armado. Estaba feliz de poder seguir siendo parte de estos momentos de unión, aunque no pudiera estar dentro del gabinete.

Tan distraída estaba viendo a los demás, que tardó en reaccionar cuando alguien la agarró del brazo, y para cuando se dio cuenta de quién era, ya la estaba arrastrando al baile, con una sonrisa de pura alegría en su cara.

-¡Nooo Santiago, dale, que soy de madera! -Le dijo mientras se reía. Aún así, entrelazó sus dedos con los de Caputo cuando él se dio vuelta y se puso enfrente de ella, y empezaron a bailar cuarteto al ritmo de "Lo mejor del amor", que recién empezaba a sonar.

-Dale, no te hagás, pendeja, los dos sabemos que podés moverte muy bien -Le dijo él, descarado como siempre.

Sorprendido, ______ lo miró, divertida y con la boca abierta en falsa indignación.

-¡Nene! -con fingido enojo en su voz, amagó a soltar una mano para pegarle en joda en el brazo, pero Santiago se alejó riéndose y la hizo dar una vuelta con el brazo. A _____ no le quedó otra que girar y dejar pasar su comentario, contagiado de la risa del otro.

Bailaron toda la canción juntos, y ella percibía como luego de cada vuelta Santiago se acercaba cada vez más. Cuando el tema terminó y empezó a sonar una cumbia lenta, él la agarró de la cintura con una mano y la pegó más a él. Sus caderas se movían al mismo ritmo, sincronizadas, y ______ comenzó a ponerse un poco nerviosa.

-Cuidado con dónde ponés esas manos, atrevido-Le advirtió, rodeando sus hombros con sus brazos pero tratando de mantener la distancia. Las manos del más alto estaban bajando disimuladamente por su cintura, de a poco, casi rozando su culo.

Por el momento, los protegía la poca iluminación que había gracias a que habían apagado todo y dejado solamente una bola de boliche que largaba algunos reflejos de luz, pero eso no podría ocultar las manos de Santiago si a alguien se le ocurría mirarlos.

-¿Qué pasa, no querés que me ponga mimoso frente a todos? -Contestó el rubio, y ella no pudo detectar si lo decía en serio o en broma. Lo miró y no pudo descifrarlo. Pero cuando sus ojos se encontraron, sí pudo ver el deseo y el interés en su mirada. Al parecer ella no era la única afectada. Tal vez también podía jugar un poco con él, entonces.

"Falso Amor" - Santiago Caputo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora