Final

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Pasos desigualados y apurados aplastaban las hojas secas que el otoño dejo en el suelo.
Un pelotón de hombres con un objetivo en común seguían los pasos del Cyborg que tenían en frente, quien los guiaba a donde supuestamente se encontraban sus hijos y ese oso problemático.

Roier y Cellbit estaban dos pasos atrás del albino, mirando y escuchando todo a su al rededor. Pues de él se esperaba cualquier cosa, una trampa era lo de menos.

-Juro que apenas vea a ese oso lo voy a ahorcar hasta que suplique perdón.- gruño el híbrido de araña.- esa maldita perra me debe varias, huyó como el cobarde que es y ahora se atreve a volver y encima tomando la vida de nuestros hijos.

El Brasilero escuchaba atentamente las palabras de su prometido, él también estaba furioso, no conocía de nada al Argentino, pero todo lo que escuchó de él eran solo lo basura que era, un estafador, agresivo, peligroso y padre abandonico. Saber que ese hombre dañó el corazón de su amado hacia que apretara sus puños con fuerza. Tenia muchas ganas de golpearlo.

Mariana y Missa iban muchos pasos atrás de la multitud, al ser obligados por sus parejas a ir a las elecciones, se enteraron de que su amigo estaba con vida y no solo eso, si no que estaba con los cachorros.
Missa había tratado de calmar a su esposo, diciéndole que Spreen era incapaz de dañar a un niño, pero le dijeron que se callara y el muy sumisamente hizo caso. Mariana es casi el mismo caso, conoce a su amigo y entiende que tal vez se mando una cagada, pero hacele entender eso a un Slime cegado por el trauma que le dejo el coma de su hija.

Ambos siguieron caminando, negándose a intentar hacer razonar otra vez a alguno de los chicos, como para ganarse otra vez un "shhh" asqueroso, no gracias.

Fit era otro que no querían enojar, él iba en el centro, con los brazos en puño a sus costados, en uno llevaba un pequeño osito de peluche con gafas de sol, al cual agarraba del cuello, apretujando todo el relleno.

Missa trago duro al ver eso.

-Ya estamos cerca.- aviso Cucurucho.

La multitud vio que cuanto más se acercaban a casa de Roier y Ramón, una torre muy alta sobresalía de las hojas de los árboles. Muchos quedaron confundidos, que carajos era eso?

Y que carajos esa esa melodía?

-Esse é o himno argentino?- preguntó Forever, cuanto más se acercaban más fuerte y clara era la melodía.

Unas risas infantiles se podían oír también, se escuchaban tan felices y divertidas.

Los adultos apresuraron el paso, reconociendo los tonos como familiares.

Quedaron en perplejos con lo que tenían en frente.

Leonarda corría con una pelota colorida en sus pies, siendo seguida por Juana y Tilin, quienes se arrojaron deslizándose por el pasto celeste tratando de robarle la pelota a la niña de gorra, quien saltó esquivando y corriendo con más velocidad al pequeño arco improvisado que protegía Bobby.
Leonarda iba a meter gol, pero llegaron las defensas de su rival, Richarlison y Trump.

-Estoy libre Leo!!- grito a su costado el niño de mostacho. Leonarda pateó hacia él y este la atrapó, teniendo vía libre al arco.

-Y está Ramón a un gol de marcar la diferencia en este partido tan peleado, no se ha visto un partido así desde la final del mundial 2022. Ramon hará el gol? Será gol?- relataba Spreen con una pasión en su voz, que hacia más emocionante el juego.

Ramón pateó con fuerza la pelota de puntin, lo que quiso hacer la celebridad Juan Guarnizo en ese partido de Aniquiladores vs El Barrio pero no le salió, a él le salió de maravilla, Bobby no fue capaz de frenar ese balón que le llegó como una bala.

De Regreso | Spreen QSMP Donde viven las historias. Descúbrelo ahora