Luego de una navidad un poco problemática debido al anuncio del cambio de carrera de Roier, finalmente había llegado el gran día. Tras tres meses de espera ahí estaba él, inmóvil. La inmensidad de aquel edificio generaba en Roier infinidad de emociones: Alegría, ansiedad, miedo y nervios. Las personas pasaban al lado de Roier mientras él permanecía allí, admirando la academia Éclat. Mientras estaba inmerso en sus pensamientos, Roier sintió como alguien los abrazaba desde atrás de repente, causando que casi caiga el suelo. Al voltearse pudo ver ahí a Quackity: Su mejor amigo de la preparatoria.
- Roieeeer, oye ¿Cómo estás? - Quackity lo saludó alegremente - Hay que trabajar en tu equilibrio, eh, con un saludito ya te andas cayendo.
- Si tú te me tiraste encima, culero, ¿Qué equilibrio? - Roier sonrió, estar con Quackity siempre era divertido - Estoy un poco nervioso y me agarraste desprevenido, eso es todo.
- Ay si, seguro... ¿Nervioso? - Quackity abrazó por el hombro a Roier, el cual asintió levemente- Nah, no estés nervioso, no estés nervioso, no seas miedoso, vamos.
Quackity dio una palmada en la espalda de Roier y comenzó a caminar, esperando que él lo siga. Roier, sin más remedio así lo hizo. Subió por las numerosas escaleras de aquel edificio, el cual de cerca era aun más sorprendente: Era enorma, blanco, con columnas al estilo romano (dato que Roier sabía debido a las clases de arquitectura), ventanas con decoraciones a juego y una inmensa puerta de madera abierta, por la cual persiguió a su amigo Quackity. El interior del lugar no se quedaba atrás, el piso era de cerámica, reluciente: "tan limpio que podría lamerlo" pensó. Todo allí lucía caro, sofisticado y elegante.
-Wow - Fue la única expresión que pudo salir de la boca de Roier al ingresar en aquel lugar.
- Ay, Roier, con cualquier cosa te impresionas, eh - Dijo Quackity - Ven, voy a acompañarte a la sala de los de primer año.
- Oh, ¿No estás conmigo? - Roier le preguntó a Quackity. Pensó que podría pasar un poco más de tiempo con su mejor amigo.
- Cabrón, ya estoy en tercer año, Roier. Está bien que no era el mejor cuando estábamos en la prepa pero no te pases - Quackity estaba muy risueño, se notaba que le alegraba que Roier estuviera allí - Vamos, apúrate ¿Qué te toca?
Roier sacó de su bolso el pequeño horario plastificado que había impreso días atrás antes de comenzar sus clases. Identificó la columna del día lunes y fijó su vista en la primer hora. Leyó en voz alta:
- Interpretación I - La cara de Quackity se desfiguró en una mueca nerviosa cuando Roier terminó de mencionar dicha materia.
- Ah... No tienen piedad ni con los del primer año, eh - Quackity soltó una risa nerviosa - Ese viejo es bien amargado.
- ¿Quién? ¿El profesor? - Roier preguntó algo confundido, Quackity ni siquiera se ponía nervioso con los peores profesores de la preparatoria. Eso le revolvió el estómago de los nervios.
- Vamos, de mientras te cuento - Quackity y Roier comenzaron a caminar rumbo al salón - Pues, en Interpretación I y Anatomía funcional tienes al profesor Lange. Cellbit Lange, ese man es bien amargado, Casi me reprueba, pero la salvé con el examen final. Es bien feo el clima que hay en sus clases, pero bueno, no te asustes - Roier estaba aún más nervioso tras las palabras de Quackity: era imposible no asustarse con lo que le contaba. Luego de unos minutos por fin llegaron al aula en el segundo piso - Aquí me despido, Roier, adiós, suerte con el amargado.
Quackity se fue, y con él también se fue toda la positividad de Roier. Estaba muy asustado. Se imaginaba un anciano malvado, como un villano dramaturgo o algo así, cuya toda su vida había sido destinada a interpretar a los antagonistas de las obras teatrales. Roier se sentó en una de las butacas de había allí, al lado de un chico de pelo negro hasta los hombros, con una remera de "Volver Al Futuro". Entonces, para reducir sus nervios decidió hacer lo que mejor se le daba a Roier: socializar.
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Entre bambalinas - GuapoDuo
RomanceSebastián De Luque, mejor conocido como Roier, es un chico acomodado; hijo de sus dos padres adoptivos: Samuel De Luque y Noah Brown, más conocidos como Vegetta y Foolish, dos famosos arquitectos que le han proporcionado a su hijo todas las comodida...