Mentiras,tras mentiras

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3 de octubre 2021.
Clásico.Torneo local.

Iba en el auto al estadio para jugar el clásico por los octavos de final.Esta vez mi mujer se había negado a venir a verme porque dijo que tenía que ir a la casa de una amiga a acompañarla,otra vez.Hace tiempo que se la pasaba con esa amiga y según ella "no tenía ni tiempo de verme" y todo esto empezó desde el último partido de octavos de final con Boca¿Era alguna coincidencia?

—¿Está vez tampoco vas a venir a verme?—Dije un poco molesto

No,discúlpame,tengo que cuidarla,está muy...Mal—Dijo ella.

—Pero amor...—Dije algo decepcionado.

—¿Acaso te molesta?¿Quieres que vuelva y la deje sola?Si quieres...—Dijo deprimida.

—No,no,no quiero nada,quédate con ella todo lo que quieras amor,no pasa nada—Intente calmarla.

Bueno,me tengo que ir,nos vemos Enzo.

¿Porque-
Me cortó la llamada antes de que le preguntara porqué me llamo por mi nombre.
Tire el celular en el asiento del acompañante algo frustrado y segui el camino hasta el estadio.En el camino no pude evitar que saliera una lágrima de mi ojo,y otra más,hasta que eran demasiadas para contarlas todas y tuve que parar para limpiarlas.

Me sentía tan solo...No tenía a nadie más que a mí esposa,pero ella ya no estaba para mí,me sentía miserable porque mi rendimiento en la cancha bajaba cada vez más y no tenía a nadie que estuviera para levantarme de ese profundo pozo de decepción en el que había caido.
¿En qué momento volví a sentirme así?

Llore por un largo rato hasta que me di cuenta que no podría estar ahí parado por tanto tiempo,no tenía el tiempo necesario para hacer estas cosas ahora,tenía que llegar.

Antes de bajarme para ir al plantel me mire al espejo,parecía un tarado con todos los ojos rojos.Yo era un tarado.

—¿Como pude haberme permitido llorar antes de un partido?Que soy estúpido...—Me reproche a mi mismo antes de salir del auto.

Ahora tendria que poner mi mejor sonrisa para que nadie sospechara que estaba mal.Y si preguntan:"Un bicho se me vino directo al ojo y bueno,no lo podía sacar" y una típica risa...

Marcos Rojos.
Vestuarios.

Villa no dejaba de tirar chistes malísimos en el vestuario.Asi no se podía.

—Ya porfavor cállate,Sebas,ta bien que hagas chistes,pero si vas a hacer chistes,hace chistes buenos¿No crees?—Se río.

—Dejame vo,negro pintando,yo tiro chistes malos si quiero.

Que negro pelotudo-pense.

Cómo no me lo podía bancar me termine llendo a los pasillos antes de tiempo,y vaya sorpresa quien más estaba con un par de compañeros distraídos...mi querido Enzo.

—Enzo—Lo llame porque este estaba distraído y me miró desinteresado.

Había algo raro en su mirada...¿Había estado...¿Llorando?

—Hola,Fausti—Me dijo seco.

—Hace banda que no me decías "Fausti"—Le sonreí.

—Ah,mira—Se hizo el desinteresado.

—Mira yo me—No pude seguir con lo que estaba diciendo porque llegó uno de sus compañeros.

Maidana,ese siempre estaba al lado de Enzo,en cualquier momento a cualquier hora,a cualquier minuto el estaba ahí.Y a mi no me gustaba para nada.
Me daba una bronca tremenda,hijo de puta.
Vi que no me prestaría más atención así que solo me forme.

¿Que hago con vos?   Marcos Rojos Y Enzo Pérez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora