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ㅤㅤㅤ𝐈. ⊰ ۫

SIEMPRE ME CONSIDERE...
un chico especial... Mi apariencia podría decirse que era normal, claro que mi cabello rosado y mis ojos verdes resaltaban mis rasgos. Sin embargo, había algo en mi que me hacía diferente al resto.

Mi fuerza...

No creo que haya una explicación lógica para eso, y tampoco es que tuviera la valentía para investigar más allá. Podía controlarlo, solo un poco y a veces cuando me enojaba. Y el día de hoy, no era la excepción.

—Lo sentimos, pero no podemos seguir permitiendo a su hijo en nuestra institución—Aclara un hombre mayor, tenía poco pelo, gafas y un traje azul.

—Pero es un conflicto de niños, algo normal, ¿cierto?—Cuestiona Mebuki, madre de Sasaki, quién mantenía un tono de voz nervioso.

—Señora... Su hijo hizo que uno de los chicos de su clase atravesará una pared. No se que clase de monstruo es su hijo al hacer tal atrocidad, pero si no fuera por qué tienen dinero, no llamaría a la policia—Explico, cruzado de brazos.

—¡Oiga! No le permito que hable así de mi hijo. Me parece insólito que inventé una cosa así, debería primero arreglar sus instalaciones—Ataco Mebuki, con el ceño fruncido.

—Señora, mejor controle a su hijo, ya es mayor de edad como para que venga usted a defenderlo.

Mebuki soltó un quejido y le dio un golpe al escritorio, asustando al director.

—Pues antes de que corra a mi hijo, yo lo saco de la escuela. No permitiré que ustedes manchen su expediente—Miro a Sasaki— Camina—Dandole una mirada frívola al director, se dió vuelta.

Sasaki suspiro y con vergüenza le hizo una reverencia al director y siguió a su madre.

—No tenías que venir...—Murmura Sasaki.

—...No digas nada, en la casa hablamos.

Esas simples palabras lo dejaron frío. En el transcurso del camino, Sasaki estaba callado, tenía la mirada en sus piernas y de vez en cuando veía a través del vidrio del carro. Pasaba saliva angustiado, nunca vio a su madre tan seria.

Cuando llegaron a casa, Sasaki miro a su madre, está se sentó en el sillón de la casa e invitó a Sasaki a acompañarla.

—Es obvio que nosotros no podemos financiar más tus... Accidentes, así que, es hora de que vayas aprendiendo a controlarte—Explica la mujer—Es la última oportunidad que te damos, te meteremos en otra universidad, pero quiero que te mantengas fuera de los problemas. Ve a lo tuyo.

—No es algo que yo controle...—Dice Sasaki.

—Tampoco es que tengas la iniciativa de aprender a usar esa fuerza. No quise meterte en pruebas ni nada de esas cosas, por qué creí que podías controlarlo—Suspira—Se fuerte, pero no físicamente si no mental, intenta controlar tu... Poder, o acabará mal.