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SASAKI ESTABA EN SHOCK, POR
la propuesta de Jaekyung, hace solo unos minutos, el azabache le invito a tener una noche de sexo con el. Por qué según su majestad, no puede ganar una pelea si no tiene sexo. Algo realmente absurdo, pero casa quien tiene sus creencias.

Eso sí, el no pensaba dejar que aquel hombre le dominara. Era una persona agresiva, y usaba su fuerza de manera inadecuada. Si, el tambien tenia fuerza, pero no por eso se aprovechaba de los demas. Pobre chico al que corrio hace unos minutos, se llevo un golpe contra la pared.

—¿Ya lo has entendido?—Jaekyung le miro fijamente— Nadie pagaría 5 grandes por una simple noche de limpieza.

—Los ricos gastan su dinero de formas innecesarias—Aclara Sasaki.

—Cierto... Pero no es mi caso, dime ¿los dejaras ir? Si es así, vete, podré encontrar a alguien más—Advirtio.

Sasaki se quedó en silencio, meditando lo que Jaekyung le dijo. Si era sincero, necesitaba el dinero, pronto quería hacerse independiente y valerse por sí mismo, y aunque está era una manera poco saludable, no quitaba que tendría dinero.

Jaekyung chasqueo los dedos frente a su rostro, sasaki parpadeo, saliendo de su trance y dirigió su mirada a Joo de nuevo.

—¿Y bien?

—¿Pagarás de inmediato?—Cuestiona Sasaki.

Una sonrisa se formó en el azabache y asintió. Sasaki suspiro y termino aceptando, Jaekyung le entrego un bote de lubricante.

—Sere compasivo, prepárate para ser abrazado por mi...

Sasaki le regreso el bote de lubricante y le miro fijamente. Jaekyung alzó una ceja.

—Creo... Que es mejor si lo usas tu—Sasaki le miraba con una sonrisa.

Jaekyung abrió los ojos con sorpresa, su ceño se frunció y negó rápidamente, lanzándole el lubricante con fuerza, el bote le cayó a Sasaki en el pecho, y después cayó en el suelo y rodó.

—¡Si crees que usaré esa mierda estás equivocado!—Nego Jaekyung.

—Entonces... Supongo que me iré—Sasaki se dió vuelta.

Jaekyung gruñó y estaba apunto de agarrar el brazo de Sasaki, pero no supo cuando ni como, pero ahora estaba contra la cama. Sasaki tomaba su brazo detrás de su espalda con fuerza, estaba desesperado, pues no podía safarse, ¿que clase de fuerza era esa?

—Yo no permitiré que me golpees, ¿entendiste?

Jaekyung sintió un escalofrío cruzar por su espina dorsal, un sentimiento cruzó su ser, excitandose de inmediato.

—Solo una vez...—Susurro Jaekyung.

—¿Ah?—El pelirosa se acercó a su oído, pidiendo que lo repita.