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ERAN APROXIMADAMENTE LAS DIEZ Y MEDIA de un viernes por la noche cuando sucedió. Iris estaba terminando lo último de su cena y guardando los platos cuando se dirigió silenciosamente a su habitación, con la esperanza de no molestar a sus padres. No era inusual que la familia Kim cenara en horarios separados. Por lo general, Iris comía mucho más tarde que sus padres, ya que tendía a permanecer despierta más tiempo del habitual.
Sin embargo, la desventaja de eso era que debía tener mucho cuidado de no despertarlos por la noche, ya que cuando fue a comer, ya estaban profundamente dormidos. Por lo general, solía hacer un trabajo excepcional en eso ya que tenía práctica, pero esa noche en particular no estaba exactamente preparada para lo que estaba por venir.
Verás, tan pronto como Iris se dirigió a su habitación, notó algo extraño. Uno, sus ventanas estaban abiertas a pesar de que recordaba que las habían cerrado antes de salir de su habitación. ¿La otra cosa? Se oían ruidos extraños provenientes del exterior, como si hubiera alguien al otro lado. Iris habría descartado ambas cosas como si fueran una coincidencia si no fuera por la figura sombría que vislumbró, que solo podía significar una cosa.
Había un intruso intentando entrar.
Comenzando a sentir que su corazón comenzaba a acelerarse al darse cuenta, Iris reaccionó de la única manera que lo haría cualquier otra persona normal en su situación. Agarró la lámpara de la mesa junto a ella y lentamente se dirigió hacia la ventana con la esperanza de noquear al intruso antes de que tuviera la oportunidad de hacer algo y pedir ayuda.
Iris estaba preparada y estaba segura de que podría derrotar al intruso con el ataque repentino. Sin embargo, se demostró que estaba equivocada ya que cuando la figura sombría llegó a la parte superior de la ventana de Iris y logró entrar a su habitación, ella reaccionó demasiado tarde, lo que le permitió al intruso tomar la delantera. No solo atrapó la lámpara con la que Iris estaba a punto de golpearlo, sino que también le tapó la boca con una mano para evitar que gritara.
Ahora probablemente te estés preguntando qué pasó después y, lo que es más importante, si Iris estaba bien.
Bueno, la respuesta a eso es que Iris estaba perfectamente bien en realidad, sin ningún rasguño porque, como ves, comenzó a agitarse e intentar escaparse del agarre del intruso, ella lo miró más de cerca y se dio cuenta de que no era otro que. . .
