𝐊𝐧𝐨𝐰𝐢𝐧𝐠 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐢𝐧 𝐚 𝐫𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞

Capitulo 23: Alianza

Llegamos a la mansión y nos deshicinos de lo pesado, osea ... Todas las armas y nos lanzamos al sofá.

- Una botella del mejor vino que tenga Jimin, gracias.. 

Le dijo yongui a la servidumbre de la mansión, y está obedeció trayendo al instante una de mis mejores botellas de vino.

– Se puede saber que celebran?

- Debiste ver cómo quedaron los hombres de tu maridito.

– Mi que?

- Tu hombre.

– Deja de hablar mierda. No es gracioso.

- Admito que el plan no salió como queríamos, el Russo se escapó, pero por lo menos les dimos una paliza a Taehyun y al otro policía bobo que carga tu marido como seguridad.

– Que bien por ustedes! Pero veo que ellos también sacaron algo de provecho no es asi?

Dije notando el ojo morado de yongui y el labio roto de Vincenzo del cual aún salía algo de sangre.

- Ellos están peor, creeme...

– Claro...

– Me voy a la cama, estoy agotado y no quiero ver sus caras por el resto de la noche, así que adiós!! Y yongui... Si vas a quedarte aquí voy, por favor no incendies nada si?

Tome una ducha y me fui a la cama, todo lo que quería era dormir durante horas, el plan había sido una mierda total, gracias al imbécil de Jungkook.

Dios... Que debo estar pagando para merecer esto.

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Las semanas habían pasado y regularmente todo había vuelto casi a la normalidad.

Y digo casi porque aún habían autos extraños siguendome después del trabajo, a la cafetería o cualquier otro lugar al que me moviera.

Me encontraba almorzando con yongui en la cafetería más cercana al departamento donde desempeño mi puesto como agente, y mi celular sonó.

Era un número desconocido, el cuál no tenía agendado en mis contactos, pero aún asi atendí la llamada.

– Buenas tardes. Con quién tengo el gusto?

- El gusto es mío....

Se escuchó al otro lado de la línea, acompañado de una risita.

– Disculpe, quien me habla?

- El amor de tu vida.

Esa voz, esa estúpida y burlona voz ya la conocía, hasta cuándo iba a molestarme, acaso no se cansaba de perseguirme y molestarme?

Corte la llamada y seguí en lo mío, el teléfono no dejaba de sonar, pero poco me importo.

- No vas a contestar?

– Na' ese imbécil...

Seguimos almorzando y conversando cosas triviales mientras descansabamos un poco de lo agotador que estaba yendo el día por el trabajo.

A los minutos el celular de yongui sonó, y el tomo la llamada telefónica.

- Buenas tardes, si?

El se quedó en silencio escuchando a la persona al otro lado de la línea, y luego me observo.

- Un momento.

Dijo y me extendió el celular.

- Es para ti.