𝐊𝐧𝐨𝐰𝐢𝐧𝐠 𝐥𝐨𝐯𝐞 𝐢𝐧 𝐚 𝐫𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞

Capitulo 29: Socio comercial

Desperté por el sol colándose por las ventanas de la habitación, me removi entre las sábanas y me cubrí con ellas.

Abrí mis ojos y note que Jungkook no se encontraba en la cama, me quite las frazadas del rostro y note que tampoco estaba dentro de la habitación.

A qué horas se había ido? No pudo haberse ido.. no sin molestarme antes, o hacer cualquier cosa típica y estúpida de el.

Me levanté, tome una ducha y cambie mi ropa, tome mi teléfono para enviarle un mensaje de texto, y luego de tomar mi arma baje en dirección al restaurante del hotel para desayunar.

Ahí estaba Jungkook con toda su gente desayunando como personas normales, ni siquiera parecían ser gánster y equipos de seguridad para asesinar gente.

El estaba sentado de piernas cruzadas alrededor de una mesa grande con su gente, lo observe y el me guiño un ojo y me lanzó un beso.

Revolotee los ojos y camine hasta el otro extremo donde estaba Yoongui, Vincenzo y mi equipo de seguridad, y las personas que trabajan para mi y estuvieron en el operativo de anoche.

- Buenos días Jimin. Cómo dormiste?

- Podemos decir que bien, aunque aún me siento un poco agotado. Ustedes?

- Genial, aunque Yoongui de haber dormido conmigo, habría dormido mejor.

Dijo Vincenzo soltando una risa, seguida de los demás presentes de nuestra organización.

- Quieres callarte? Creerán que lo dices enserio. Maldición!!

- Lo digo enserio, habrías dormido mejor sobre mi pecho gatito.

- Ni un tus sueños más húmedos pasará, así que ya dejalo. Y cállate.

- Soñar es gratis...

- Enserio no te vas a callar??

Grito Yoongui aventandole un trozo de pan a Vincenzo que por suerte el logro esquivar y siguió riendo y burlándose de él.

- Ustedes si que son extraños...

Dije llevándome un trozo de croazan a la boca mientras reía y negaba con la cabeza

- El lindo gatito no lo admite, pero si que quiere...

- Creeme de todos los hombres del mundo, tu serías mi última opción, es más... Si el mundo comenzará a extinguirse, y solo quedará un simio y tu, elegiria al simio.

- Uhm.... Te gustan los gorilas grandes eh!!! Lo tendré muy en cuenta...

Yongui enrojeció del enojo porque Vincenzo siempre terminaba ganando las discusiones, se levantó de la silla dónde estaba y le lanzo la servilleta a Vincenzo sobre la mesa y lo observo con enojo.

- Se me fue el apetito.

Fue lo que dijo para después irse de allí, todos comenzamos a reír por su actitud y Vincenzo lo observo mientras se iba negando con la cabeza.

- Que amargado, le gusta jugar.. Pero cuando lo hacen con el, se enoja.

- Ya déjalo, se le pasará más tarde...

- Eso espero.

- Y hablando de jugar...

Dijo Vincenzo carraspenado su garganta y bebiendo un sorbo de su café.

No entendí porque dijo eso, hasta que senti la presencia de alguien detrás de mi. Y ese perfume tan peculiar que solo el solía portar.

Sentí como soplaron mi oído y me sobresalté en la silla por la repentina acción, este idiota no dejaba de jugar.