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La mañana del segundo día en la casa de GranHermano transcurría con normalidad cuándo el bardo hizo su acto estelar y Camila, como toda vieja chusma del barrio que es, estaba ahí presente.
Isabel dijo que había gente muy aburrida adentro de la casa entonces Juliana se puso la diez y empezaron los quilombos.
─¿Que paso, gorda? ─pregunto Rosina a Cami sin entender nada.
La correntina dió un vistazo fugaz a la chica de cabello azabache y sonrisa dulce, recién se despertaba y ya se encontraba con la casa dada vuelta.
─Pasa que Isabel esta re hincha pelotas y dice que nadie hace nada desde que entramos ─le contó Cami en susurrros─ Y justo escucho Juliana viste, cuestión se metió y empezó a los gritos.
─Uh que quilombo. ¿Me das un mate?
─Si obvio reina.
El cuchicheo sobre los acontecimientos recientes pasaron a un segundo plano cuando la voz del Big se escuchó por todos los pasillos de la casa indicando que debían irse al sum para la prueba del líder.
Camila dejo el equipo de mate apoyado en la mesada y acompaño a Rosi a la pieza así se cambiaba el pijama por un conjunto deportivo, en el pasillo se cruzo a Zo y Alan.
─Caam ¿Dónde vas?
─A la pieza un toque, ya voy ─avisa la correntina.
Rosi se cambió rápido aunque estuvo dudando por unos segundos, Cami se dió cuenta de lo insegura que era la uruguaya y no podía dejar de preguntarse como ella se acomplejaba así siendo tan bonita.
Cuando llegaron al sum y el Big explico las reglas del juego; se paniqueo un poco. Se trataba de un desafío de equilibrio, había que mantener en juego una pelota al subirse en una plataforma inestable sujetando una soga.
─Deben soltar la soga en tres.. dos.. ¡uno!
Poco a poco los participantes iban perdiendo el desafío. Camila inspiro hondo mientras intentaba con toda su fuerza no perder el equilibrio y caerse, la pelota se balanceaba de aquí y allá al mismo tiempo que sus piernas comenzaban a temblar del cansancio.
