¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lunes 1/1/24
CAMI
Año nuevo fue una festividad que paso desapercibido el día de ayer. Digo, dentro de todo lo malo estuvo lindo bailar hasta tarde con las chicas, cenar rico y compartir un rato sin que hayan disturbios de por medio pero a estás alturas los conflictos se hacen notar a pesar de que finjamos demencia.
¿Algo lindo que puedo rescatar de anoche? bueno, Bauti me dió un beso justo cuándo dieron las 00:00 del primero de enero. Fue la primera vez que recibí el año junto a la persona que realmente me gusta y es un recuerdo tan bonito que voy atesorar en mi corazón pase lo que pase.
Ahora bien, supongo que serán las siete de la tarde, todavía hay sol afuera y un viento fresco me hace estremecer puesto que estoy de musculosa en la reposeras recargando energía, el patio -raramente- se encuentra vacío. Los demás chicos están distribuidos por el interior de la casa, después de que Cata se haya agarrado a las puteadas con Sabrina y Williams, medio que nadie tiene ganas de convivir entre sí, a parte, está bastante fresco el día como para boludear afuera.
Deje que pasen minutos, que a lo mejor fueron horas, y cuando anocheció completamente decidí que era tiempo de ir a prepararme para la gala de eliminación.
Este fin de semana es un poco extraño para mí, me siento desanimada, triste, aburrida. Perdi la noción del tiempo que llevamos encerrados, no se hace cuánto estoy acá y también creo que ya no encuentro los propósitos por el cuál quise estar aquí en primer lugar.
¿Para que me metí? ¿por qué deje todo de lado? ¿en realidad tenía un sueño o fue todo para evadir mi realidad? a veces escucho como los demás anuncian tan alegremente sus propósitos por los cuales se metieron a Gran Hermano y me doy cuenta de que yo en realidad deseaba alejarme de mis responsabilidades, ahora es cuando entiendo lo cagona que soy.
Y ese sentimiento me entristece.
─Hola pérdida ─me intercepta Nicolas justo cuando estoy traspasando la puerta de vidrio.
─Hola Nikito ─le regalo una sonrisa, debe ser una de las pocas personas dentro de la casa al que le brinde sonrisas genuinas─ ¿Me extrañaste?
