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Jueves 21-12-23 | 2:02 hs
La rivalidad entre Isabel y Furia estaba causando estragos en la habitación de las chicas; tanto que las mujeres -hartas de estar escuchando gritos cada 2x3- terminaron dispersas en diferentes sectores de la casa más famosa del país.
Algunas invadieron la habitación continúa, es decir, la de hombres. Mientras que otras decidieron quedarse en el comedor a tomar mates, boludear y matar el tiempo hasta que alguna de las dos involucradas en la riña se agoten de pelear por pavadas.
A Camila ya le empezaba a hinchar los ovarios que la rapada se la pase vuelta y media gritando como disco rayado. Una vez ta' bien, nos reímos y ya, pero hacerlo vuelta y media le parece un montón.
─Dios está piba loco ─murmuro la correntina tapándose la cabeza con una almohada.
Sabrá Dios las incoherencias que exclamaba a los cuatro vientos.
─No la soporto más ─decreto Martin Ku.
Ambos jóvenes acostados en la cama del asiático agonizando del dolor de cabeza.
─La voy a matar, es una hija de puta ─mascullo Isabel─ No te deja dormir, esconde toda la poca comida que tenemos, se hace la exquisita, vive en la mugre.
─Encima de postre se da el lujo de maltratarnos a todos ─añadio Sabrina.
Cuando no ella aprovechando cualquier tren para hacerse la víctima.
Echeverri descubrió que quizás no era tan amante del chisme como creía; al principio le parecía divertido escuchar todas las campanas en la casa pero ahora solo suplica tener -aunque sea- media horita de paz.
Harta de escuchar a Sabrina e Isabel intercambiando maldiciones a Juliana; Camila se levantó de la cama del chino y abandono el cuarto. Se cruzó a la habitación continúa, agarro su almohada y volvió a salir ignorando los comentarios burlistas que soltaba el grupo de furia.
