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8-1-24
Cuándo se conocieron los resultados de la cuarta eliminada de la edición 23/24 de Gran Hermano, toda la casa se sucumbió en la pérdida de uno de los rivales más fuertes y cuestionables de la edición; Camila no podía parar de agradecerle a la gente por el voto de confianza así como también festejar la eliminación de Isabel, definitivamente el contraste de la situación lo encabezaba Furia, quién, apenas se supo que la adulta mayor estaba fuera de juego comenzó a gritar con todas sus fuerzas, alterando aún más al famoso «Imperio Chino.» que, todavía no podia salir del shock y la angustia.
La despedida de Isabel se baso en ella fingiendo demencia alegando que estaba yéndose porqué así lo pidio, Sabrina y Lisandro llorando, Furia y Catalina abrazándose y festejando eufóricas en la puerta del confesionario y Chula y Camila haciéndole la contra al grupo afectado.
─Por mala gente. Cizañera, forra ─decreto la correntina siendo consciente que a pocos metros estaba Sabrina en el sofá siendo consolada por Denisse─ Se van a ir de a una. Corta.
La casa más famosa del país estaba prendida fuego, los festejos de las Furiosas hacían estragos por doquier, y es que, muy pocos fueron afectados con la eliminación de Isabel, hay un porcentaje chiquito de participantes a los que genuinamente les chupo un huevo que se vaya, mientras que el restante festejaba como una victoria colectiva más, estuvieron toda la semana uniendo fuerzas para sacar a Isa y lo lograron, o eso creían ellos.
Camila se aproximó hasta el cuarto pero antes de pasar directo vio como Furia se atrincheraba en la puerta del confesionario, está misma abrazaba con fuerza a Cariño -el reno blanco navideño al que Juliana adoptó a modo de joda hace un tiempo atrás, ahora no se lo quita nadie- y sin pensarlo dos veces pego un trote hasta la rapada.
Se miraron sin necesidad de decirlo, sus rostros reflejaban alivio y felicidad pura. La correntina se puso de cuclillas para acceder con más facilidad a un abrazo, el cuál, Furi aceptó gustosa.
