Parte 1

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15 años antes

—Estoy harta de esto... llevamos días sin comer y extraño a mis papás —dijo la pequeña Youngmi en medio del llanto.

—Prometo que encontraré algo de comer, solo confía en mí. Nunca te dejaré sola —respondió el pequeño Yoongi, abrazando con fuerza a su hermana. Él también quería llorar, pero tenía que ser fuerte para ella.

...

La tristeza consumió a Yoongi, impidiéndole dormir durante la madrugada. Sentía enojo contra el rey, quien dormía tan tranquilo en una cómoda cama, mientras él tenía que soportar el frío suelo.

Se arrepentía de haber asistido a la boda; de no haberlo hecho, quizás estaría ahora en otro lugar del mundo, continuando su vida como mercader de telas y sedas finas. Pero deseaba ver a su hermana por última vez, aunque solo fuera de lejos, porque sabía que sus destinos estaban separados.

...

—¡Vengo a darte indicaciones de lo que harás! —dijo Jimin con superioridad—. Es tradición que los reyes pasen una semana solos después de contraer matrimonio. Cuando termine la semana, tendrás que presentarte ante la reina madre.

—No quiero estar a solas con el rey... me da miedo —miró a los ojos de Jimin con súplica.

—Es una tradición; ni el rey puede cambiarla, así que es mejor que te acostumbres. Pero no te preocupes, vendré todos los días... seré el encargado de educarte. No estarás solo con el rey, pero recuerda que harás todo lo que te diga —el castaño sacó su espada y miró a Yoongi con una sonrisa diabólica, algo que alertó al menor—. Puedo cortarte tu delgado cuello cuando lo desee, y también el de tu hermana. Será mejor que seas obediente conmigo.

—Eres el asistente del rey, no tienes el poder de hacerlo; tu pena sería más grande —respondió Yoongi sin miedo, enfureciendo a Jimin, quien acercó la espada a su cuello, preparándose para matarlo.

La tensión entre ambos se intensificó; Yoongi no era ingenuo ni tenía miedo, como Jimin creía.

Lo que el asistente no esperaba era que Yoongi lo despojara de su espada y lo derribara con gran habilidad, sacando una daga dispuesto a cortarle el cuello.

—Yo también puedo cortar tu cuello —dijo Yoongi con una expresión indescriptible para Park.
Ambos miraron hacia la puerta cuando escucharon que se abría, revelando al rey Kim, quien regresaba de una reunión con los nobles.

—Park, deja de jugar. Yoongi no es un juguete, es parte de la dinastía —dijo Seokjin, entrando a la habitación, fastidiado por la risa de su asistente.

—¡Claro! Disculpe, mi reina, fui insolente. ¿Podría retirar su daga? —Yoongi se tensó al escuchar la aterradora voz del rey. Se apartó de inmediato del asistente, guardó su daga y bajó la cabeza.

...

La tarde fue extraña para Yoongi; el rey solo estaba en su escritorio revisando documentos. Aun así, su presencia intimidante lo hacía sentir incómodo, aunque estaba ocupado con todo lo que debía aprender y escuchar de Park. Ser una mujer de la realeza era más difícil de lo que había imaginado.

—Terminamos por hoy. No me pagan horas extras... repasa todo y trata de que tu voz se escuche más femenina —dijo Park en voz alta para fastidiar al rey. Luego les dio una mirada a ambos y una sonrisa—. Disfruten su noche juntos.

...

16 años antes

—Mis hermosos gemelos de bonita sonrisa —el señor Min abrazó a sus pequeños hijos, entusiasmado por los obsequios que traía para ellos y su amada esposa.

—Cariño, no tenemos suficiente dinero para gastar en cosas innecesarias.

—No es innecesario si mi familia sonríe —respondió, sacando una bonita muñeca de trapo para su hija, un pasador para su esposa y una daga para su hijo.

—¿Qué es esto? —preguntó el pequeño Yoongi, curioso. Su regalo era bonito, pero no le gustaba; parecía una espada pequeña.

—Es una daga, pequeña pero muy poderosa en las manos correctas... cuando tengas la edad apropiada, te enseñaré a usarla —la señora Min miró a su esposo con desaprobación, pero sonrió al ver a su hijo feliz.

—¿Cuándo será? Yo también quiero ser un soldado como tú —dijo el pequeño, lanzándose a los brazos de su padre junto con su hermanita.

Ninguno tenía idea de la sorpresa que el destino les tenía preparada.

The king's wife Donde viven las historias. Descúbrelo ahora