Parte 6

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— Estás siendo un fastidio, Min —Seokjin soltó al pálido con brusquedad.

— Creí que mi apellido debía ser Shin —Yoongi habló con un tono burlón—. Sabía que no eras capaz de matarme. Sobre todo cuando necesitas un heredero.

Seokjin trató de controlarse. Cuando vio al pálido por primera vez, tenía una idea errónea de él; creía que se sometería a sus reglas y cumpliría cada una de sus órdenes. Pero Yoongi resultó tener carácter y ser alguien listo, ya que no tardó en darse cuenta de lo importante que era para los planes de Seokjin.

— Espero que ya tengas un plan para eso, mi rey —dijo Yoongi mientras comenzaba a quitarse la ropa para ponerse algo más cómodo.

El más alto fue sacado de sus pensamientos al ver a Yoongi desvestirse. En ese momento paso por su mente una forma de molestar al pálido.

— Tienes razón, Min... Olvidaba que eras hombre, haces tan bien el papel de tu hermana —Seokjin se acercó peligrosamente a Yoongi, quien no mostró miedo; pensaba que su majestad lo volvería a amenazar.

— Incluso tu piel es tan suave y linda como la de Youngmi... Y tu cintura es idéntica —El rey tomó con firmeza la cintura del pálido murmurando esas palabras muy cerca del rostro de Yoongi.

— ¡Joder, eres un maldito enfermo, Kim Seokjin! —Yoongi lo empujó con brusquedad, sintiéndose asqueado al ser tocado así por un hombre.

— Recuerda que la reina madre nos dio la tarea de no salir de nuestros aposentos hasta no tener un heredero —Seokjin seguía manteniendo la misma expresión en su cara y se acercó a acorralar a Yoongi—. No podemos desobedecer las  órdenes de la reina.

— Me das asco... Eres un loco y un enfermo, tal y como los demás dicen —Yoongi sacó su daga y la agarró con firmeza; estaba dispuesto a atacar a Seokjin si intentaba acercarse más.

— Creo que vine en mal momento. Es una lástima, si no hubiese interrumpido ya me habría librado de Seokjin —Jimin entró con tanta confianza como si fueran sus propios aposentos.

...

— Él es un maldito enfermo —soltó el pálido con molestia, a lo que Park solo comenzó a reír divertido por la situación.

— Por favor, Yoongi, tú y Seokjin son tan iguales. Tú sabes lo indispensable que eres para él en este momento y él sabe cuál es tu debilidad... Admito que tienes fuerza y carácter. Probablemente serías un soldado perfecto, pero te tocó ser la reina; no todo es como esperamos.

Yoongi se sintió indignado; entonces, Seokjin solo estaba jugando con él, lo castigo tocando un punto muy débil como su hombría. Admitía que el idiota del rey era tan listo como enfermo.

Su cabeza estaba tan ocupada pensando en cómo regresarle esto a Seokjin; tal vez debía jugar el mismo juego.

— Bueno, debo ver a mi esposo, en la comida con el consejero y el embajador —la voz dulce del pálido sonó al ver la presencia de las criadas.

...

— Su majestad, es la primera vez que la veo desde la boda —el consejero habló con un tono coqueto y le hizo una reverencia al pálido.

— Creí que nuestro rey ya se encontraba aquí —el asco que Yoongi sintió era demasiado; estaba sentado frente a un asesino que le coqueteaba tan descaradamente.

— ¿Tan ansiosa por mí, cariño? —Seokjin entró al área del comedor junto con el embajador.

Yoongi trató de ocultar su molestia; quería tomar la cabeza de Seokjin y empujarla en la sopa caliente.

— Demasiado, mi rey, es difícil para mí no tener su presencia cerca.

La comida comenzó con pláticas sobre las relaciones del imperio y la siguiente campaña en busca de expandir el territorio.

— Antes de hablar sobre el presupuesto para la próxima guerra, deberíamos disfrutar de una bebida traída de reinos lejanos —las criadas llegaron cuando el consejero terminó de decir esas palabras.

— Su alteza, usted debería ser el primero en probarla, me sentiría honrado de que lo hiciera.

El pálido se mantenía atento a cada uno de los movimientos de los presentes; sabía que intentarían envenenar de nuevo a Seokjin.

— Su entusiasmo delata lo exquisita que debe ser. Nos encantaría probarla, pero sería de mala educación tomar antes que nuestros invitados —Dijo el pálido y una sonrisa cálida salió de sus labios, fingiendo tan bien no saber de los planes del consejero.

— La prepararé personalmente para usted —Yoongi tomó lo que al parecer era café, una bebida que él ya conocía muy bien gracias a su antiguo trabajo como mercader para después comenzar a endulzarlo.

The king's wife Donde viven las historias. Descúbrelo ahora