10. Sentimientos conflictivos.

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Sus largos dedos entraron en la cavidad virgen, expandiéndolo a su grosor. 

Lágrimas cristalinas cayeron automáticamente de los ojos del omega. Siempre lo trataron como una porcelana frágil, ¿cómo pudo soportar este tipo de agravio? Derramó lágrimas por esos ojitos que antes solo habían llorado al momento de nacer.

Sus ojos llorosos, llenos de agravio, hizo temblar el corazón de keleff. ¡Quería intimarlo un poco más, para que siga mirándolo de esa expresión tan linda! 

Clavó profundamente sus dedos en la cavidad, sacando un jadeo sin aliento al omega que no podía cerrar sus tentadores labios rojos.

Maldita sea ¡Deja de seducirme!— Keleff respiro hondo, resistió la tentación de quitarse los pantalones y profanar el agujero casto. 

Mierda, mis dedos se sienten calientes, estás tan apretado~—Le susurró al odio seductoramente, cargándolo en su regazo, lo abrazó posesivamente, empujando sus dedos con más fuerza estimulado por los lindos sollozos.

¡Para! ¡No quiero!

Joya, deja de resistirte, es inútil, forzar tus músculos entumecidos, solo te hará daño. 

Haciendo oídos sordos, Joya siguió resistiéndose, clavando sus pequeñas uñas en la piel de keleff. 

La castidad no es tan importante hoy en día, ya sean alfas, betas u omegas, todos quieren experimentar el sexo antes del matrimonio, e incluso conocer a sus parejas a través de estos contactos íntimos. 

Sin embargo, las familias ricas siguen siendo muy conservadoras y sus hijos recibirán una educación estricta, dejando claro que no pueden mezclarse sexual ni románticamente. Sus compromisos matrimoniales son decididos por la familia después de una cuidadosa consideración. Los omegas deben aceptar y obedecer sin protestar.

Después de crecer con la mentalidad de obedecer y obedecer las órdenes de su familia, era imposible que Joya se enamorara de alguien al azar, después de todo, era su familia y ellos eran quienes sabían qué era lo mejor para él.

¿Por qué eres tan terco?—Agarro el cabello del omega y lo beso brutalmente, su otra mano le bajo los pantalones hasta las rodillas, lo presionó contra el suelo con las piernas abiertas a la par, mostrando una exquisita vista de sus nalgas desnudas.

B-Bestia~

Oye, mi nombre es Keleff, no sigas olvidándolo porque tendrás que gritar ese nombre mientras te hago el amor. — Sé abriendo la cremallera, soltando su dura y dolorida polla, la cual liberó una sustancia blanca. Estuvo aguantando tanto como podía, pero estaba en su límite, me temo que no podrá resistirse a violar al omega.

Quitó todo el pantalón, arrojando descuidadamente a un rincón, agarro las piernas largas y lechosas del omega, mordiéndolos como si fueran dulces de algodón. 

La noble piel del omega no se podía comparar al humilde color bronceado de su piel, sumándole las cicatrices dejadas por su estilo de vida, ambos son muy diferentes, como un ángel y un demonio.

Está muy ansioso por corromper al angelito.

El omega tímidamente retrajo sus piernas desnudas y trató de tapar sus partes íntimas, sin saber lo tentador que parecía, ningún alfa se negaría a follarlo. Quiso reírse por su pobre intento, pero se encontró más ansioso, como una bestia que no puede esperar destrozar a su presa. Con ambas manos obligo a las largas piernas a separarse, dejando una vista maravillosa, el angelito estaba a su completa merced, completamente vulnerable para cometer con él los pecados más sucios.

No… no…. — suplicó el omega moviendo la cabeza en negativa, sin saber que sus súplicas para detenerlo solo lo irritarían más.

Keleff usó más fuerza para mantener las piernas abiertas, agarró su pene frotándolo contra el rosado agujero, introdujo lentamente la gruesa punta.

La punta entró con éxito abriendo los puntos de acupuntura que lo recibieron cálidamente y estimulado por la deliciosa sensación, forzó las partes restantes, su polla se hundió más y más, sin detenerse a pesar de los gritos del omega.

Su cuero cabelludo estaba entumecido, su cuerpo nunca había sentido un placer similar a pesar de masturbarse muy a menudo. Estaba tan apretadamente delicioso que tuvo que respirar profundamente varias veces para evitar correrse. Agarró las caderas del omega y empujó profundamente, con una fuerza incontrolable embistió repetidas veces, sin darse cuenta lastimando al frágil omega.

Maldijo, se le quebró la voz y se sintió como un loco. No podía parar, jodió y jodió hasta nublar su mente, maldijo no poder fusionarse. Vivir en este paraíso sería lo mejor del mundo.

Usó el cuerpo del omega como su propio muñeco sexual, su pene se hinchó aún más, recordando como le está quitando la virginidad, de ahora en adelante no importa cuanto lo odie nada cambiara que fue su primer alfa.

Será el primero y el último, no permitiría que otro alfa tenga oportunidad, incluso si eso significará destruir al omega.

Abrazó cariñosamente al bello omega, ronroneando amorosamente en su cuello, todo lo contrario de la parte a sus caderas que seguía golpeando sin piedad, profanando el tierno agujero que apenas podía soportar el tamaño y parecía estar a punto de romperse.

Joya~ ¿Qué me has hecho? ¿En qué me has convertido? ¿Tienes idea de doloroso que fue para mí desde que te conocí? Echaste a perder mi vida, me echaste a perder. Todos los días… Todas las noches… Pienso en abrazarte, en hacerte el amor. ¡Anhelando una mirada tuya! — Agarró el cuello del omega y se inclinó para besarlo con fiereza y desesperación, chupó la dulzura intoxicado y besó obsesivamente el hermoso rostro del omega. De repente, al recordar algo, sus ojos se oscurecieron, embistio con fuerza, haciendo delirar al omega. —¿Quién te crees? ¿Cómo te atreves a invadir mi vida? ¡Me iba muy bien antes de conocerte! Todo es tu maldita culpa, si nunca te hubiera conocido… si no existieras… si no me gustaras hasta el punto de perder la cabeza, seguiría con mi vida perfecta.

Los sollozós suaves, débiles y reprimidos del omega eran lindos y coquetos, como si le gustaría ser violado. Como si estuviera burlándose de él, recordándole lo patético que es siendo esclavo de su cuerpo.

—Te odio… escuchaste… ¡Te odio!

No le gusta la sensación de no tener el control, ¡cómo se atreve este omega a intentar domesticarlo! ¿Cómo puede renunciar a la vida que construyó solo por un omega? ¡Se niega! No cambiará por nada ni por nadie.

Las penetraciones se hicieron más poderosas, el pene largo y grande abusaba sin piedad del agujero, salpicando con su salida y entrada. Susurró maldiciones y besó desesperadamente a la omega, comiéndose todos sus gemidos, empujó su lengua para abusar de su boquita, invadiendo cada centímetro sin importarle el sabor metálico a sangre que le causó el omega al morderlo.

El omega lloró hermosamente, sus ojos, nariz y mejillas rojas de tanto llorar.

Keleff maldijo con su corazón latiendo de amor, besó más profundamente al omega, casi asfixiandolo, bajó sus besos a lo largo de su cuello, dejando posesivamente marcas de amor. Mordiendo con irritación cuando llegó a la parte donde el collar seguía protegiendo.

«Maldita sea, ¿a quién engaño? No puedo odiarlo en absoluto. Daría cualquier cosa por marcarlo como mi omega». 

🥀El apocalipsis lo hizo posible🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora