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Se supone que una secretaria, debería mantenerse en el ámbito profesional. Pero simplemente no podía, en especial ante semejante tentación como mi jefe, Gallagher.
Llevaba un año trabajando para el y por su actitud hemos entablado lo que se podría decir una amistad, entre otras cosas que no van en ella.

Me había llamado de nuevo, como cualquier día.

-Digame, ¿qué necesita?- pregunte tomando asiento.

-A ti- yo solo negué- siempre te necesito.

-Eso ya lo se, ¿qué quieres que haga ahora?- pregunte con una sonrisa en mi rostro.

-Pues veras, tendremos un evento este sábado, y necesito que te hagas cargo de este, te daré la lista de quienes participaran, quiero que estés al pendiente que todo se haga a mi manera- me extendió un papel- aquí esta como debe ir organizado todo.

-Esta bien, ¿ropa?- pregunte- ¿ahora promociones ropa?- sonreí.

-La ropa es algo que siempre va a vender, decidí empezar con esta marca, ya no solo serán productos los que voy a ser el patrocinador , si no de marcas.

-Me parece bien, dalo por hecho este trabajo- conteste, este tomo mi mano, y le planto un beso, típico

-Que haría sin ti- susurro aun con mi mano en su mentón.

-Morirte probablemente- conteste dejando que volviera a besar mi mano.

-Bueno vaya a trabajar, luego nos vemos.

Y sin más me retire de su oficina.

Pase a mi puesto y empecé con el trabajo, tenía que llamar a todos para poder coordinar el día que nos reuniriamos en el salón para patrocinar esta nueva marca.

Después de hablar con unos cuantos sujetos, me dedique hacer los bocetos de como y que cosas irían en cada lugar, tal y como pedía en la lista de Gallagher. Este trabajo era bastante agotador a veces, solía ser bastante exigente, aunque claro, la mayoría del tiempo conmigo no era necesario serlo.

A la hora de almuerzo, fue con una de mis amigas a un restaurante que había visto por Internet.

-Dicen que la pasta es su especialidad- Sadie tomo asiento y leyó el menu- Pasta, pasta...

-La verdad si se me apetece todo- dije ojeando el menú- voy a pedir pasta con crema de champiñones.

-Yo igual, de bebestible quiero un vino- asentí, a lo cual llamo al mesero e hizo el pedido.

-Listo, me encanta cuando empiezas a buscar lugares.

-Lo se, es que no puedo con esa comida que siempre dan en la oficina, es rica, pero el menú de siempre aburre- comentó.

-Si, es verdad, yo sólo pido comido cuando el jefe deja demasiado trabajo, hoy solo toco llamar.

-Mmm, ¿Gallagher?, tu eres como su confidente- hizo un gesto pícaro que logró hacerme reír.

-Si, pero sabes como es el, solamente me acomoden su actitud tan caballerosa con las mujeres.

-Es guapo, yo que tu, me lo hubiera llevado a la cama desde el día uno.

-No Sadie, luego me despide- ella solo se rio

-Lo demandas, no puede despedirte solo por acostarte con el.

-Eso seria injusto.

Cuando volvimos del almuerzo termine todos los pendientes que tenia para poder  salir más temprano del trabajo, quería llegar a relajarme.

-_____- Gallagher.

-¿Que necesita?- pregunte acomodando mi bolso.

-¿Ya te vas?- pregunto

-Si, ya termine mi trabajo Gallagher, ¿oh quieres tenerme de esclava?

-No claro que no, solo quería saber.

-Pues ya me voy Gallagher, y te aviso que Diana, me llamo y que quiere hablar contigo.

-Justamente eso quería preguntarte- se acercó a mi sentándose en la mesa.

-Si llamo, quiere que le devuelvas el llamado, yo creo que ya sabes porque.

-No me lo podría imaginar- bromeo.

-Gallagher, es difícil atender a tu novia y a tu amante al mismo tiempo, una pide que te avise que va entrar y la otra que te llame- le reclame.

-Porque yo se que usted puede dominar eso perfectamente y por eso quiero que en el salón haya una habitación apartada.

Yo solo asentí. Y procedí a llamar al equipo para que alistaran el cuarto que había solicitado Gallagher, aunque siendo sincera, no se porque querría correr ese riesgo. Estarían varias personas importantes, pero entendi, que nada de eso me incumbia.

El placer de ser infiel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora