El placer de ser infiel

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Aidan Gallagher

Debo decir que fue una de las mejores noches de mi vida, dios, fue asombroso. Nunca pensé que ____ fuera así de fantástica  en la intimidad. Aún la tenía entre mis brazos cuando desperté. Me levante con cuidado para poder ducharme, estaba agotado, mi espalda estaba toda arañada, pero me encantaba por la sensación que había sentido ayer en la noche en aquellas sábanas.

Amarre la toalla a mi cintura, salí del baño, ___ ya había despertado, estaba sentada en la cama tratando de cubrirse con las sábanas.

-Buenos días- me acerque a ella tomando su mentón para besarla, a lo que ella respondió perfectamente acomplandose a mi labios tumbando mi cuerpo sobre ella.

-Buenos días Gallagher- respondió separándose de mi, rodeando mi cintura con sus preciosa piernas.

-¿Exitada tan temprano preciosa?- pregunte divertido besando su cuello, disfrutando de como rozaba nuestros sexos atreves de mi toalla.

-¿Para qué me recibes con ese beso?, si por mi fuera te tendría todo el día en mi cama- respondió, aunque no prestaba atención a sus palabras. Si no de sus preciosos quejidos con cada caricia que le daba.

Continuamos con nuestra pequeña sección mañanera, pues seguramente no volveríamos a repetir este momento. Oh no por un tiempo.

T/n (tu nombre)

Debía ser una broma.

Dije para mis adentros mientras sostenía aquella prueba de embarazo.

¿Como carajo se me olvido?

"Después de aquella noche no volvimos a contactarnos, pues no era necesario. Solamente hablamos por trabajo, como lo hacíamos normalmente.

-Mañana tengo una cita a las 10- hablo.

-Anotado jefe- respondí tendiendole su taza de café que recibió gustoso.

-¿No desayunas hoy?- pregunto al ver que no traía de comida.

-No me he sentido bien.

Y era verdad, los últimos 2 días, sentía nausas de tan solo pensar en comida, puede ser por que esta cerca mi periodo, ya que solo lo que ha entrado a mi boca son cosas dulces, como chocolates. Odiaba estar así, ya que no podía estar en los eventos muy cómoda dejando casi toda la comida en el plato.

Aidan simplemente me dio una pastilla, pues dijo que podría ser dolor de estomago a lo que yo no pude estar más de acuerdo .

Al otro día me encontraba almorzando, oh mejor dicho tratando de almorzar. Estaba en mi escritorio cuando en eso me entraron nauseas, me contuve mientras cerraba el taper con la mayoría de la comida. Trague tan fuerte que hizo que me doliera la garganta; guarde el taper y tome mi teléfono para poder hacer algunas llamadas que tenia pendientes. Aidan paso y me saludo, yo sólo le lance una sonrisa.

La semana siguiente ya era demasiado, no podía comer nada, tanto que ya empezaban a notarlo mis compañeras de trabajo.

-_____, no estarás enferma- hablo Sadie tocando mi frente- llevas una semana dandome la comida sobrante.

- No lo se, mi estomago no puede digerir nada- respondí con unas ganas tremendas de vomitar- voy al baño.

Corrí hacia el baño y no pude contenerme, vomite lo poco que había comido durante estos días. Sadie entró detrás de mi, sujetando mi cabello, lagrimas salían de mis ojos del esfuerzo que estaba haciendo.

-Dios, habla con Aidan- dijo. Era lo último que quería hacer, teníamos mucho trabajo.

Pero en eso me detuve a pensar.

No será que estoy embarazada.

-No puedo Sadie, estamos al tope- ella acaricio mi espalda.

-Esta bien, pero deberías, no vaya hacer que esto sea alguna infección.

-Espero que no- pero por dentro, rezaba que fuera eso antes que un embarazo.

La semana paso rápido, no sentí muchas nauseas así quede algo aliviada. Me tire sobre la sillas de mi oficina.

-¿Agotada?- pregunto Aidan entrando a mi oficina.

-Algo- respondí- ¿Necesitas algo?

-Solo vine a verte bonita- este Gallagher- me alegra que puedas comer.

-Si, mi estomago al parecer ya no quiere que me alimente.

-Por favor no, te necesito aquí ayudándome.

-Claro, tendrás que subir mi sueldo por cubrir tus travesuras.

-Por supuesto, justo eso iba avisarte- yo solo atine a sonreír.

-Te adoro Gallagher.

Pero eso te adoro se convirtió en odio cuando llegué a mi casa, aun tenia esa duda en mi cabeza, había comprado una prueba de embarazo, así que entré al baño y procedí a hacerme la dichosa prueba"