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T/n (tu nombre)

No esperaba esa llamada tan tarde, pues había aturdido la tranquilidad de mi baño de burbujas. Tuve que salir para poder ver si tenia una ropa para poder aprovechar esa noche con aquel hombre.

Amarre mi bata y abrí mi armario, no sabía que carajos ponerme, segura un vestido seria la mejor opción para una cita, los lugares al que el va deben ser muy elegantes.  Pero después de la cena, no es muy elegante lo que va querer hacer conmigo.

Encontré un vestido color rojo con una abertura en la pierna, me encantaba, se ajustaba perfecto a mi cuerpo. Lo separe juntos a unos zapatos color blanco, ese seria mi traje.

Luego de eso me aliste para poder irme a dormir, mejor dicho intentarlo.

●●●

Al otro día, todo paso muy, pero muy rápido, ¿será por la ansiedad de verlo?, tal vez, es la primera vez que nos vemos fuera del área del trabajo. Ya era casi la hora y estaba terminando de maquillarme cuando me llamó.

-Hola preciosa- dios esa voz me hacia delirar.

-Hola guapo, ¿ya vienes por mi?- pregunte dejando el cepillo en el tocador.

-En cinco estoy afuera de tu departamento- anuncio.

Yo no podría estar más emocionada, tome mi bolso, las llaves,, cerré la puerta y tome el ascensor. Iba pensando tantas cosas en ese momento, al fin iba a cumplir una de mis grandes fantasías. 

Al salir del edificio, vi el auto de Gallagher y al mismo tiempo el me miró a través del espejo, bajo del auto y abrió la puerta del copiloto.

-Buenas noche señorita- descaradamente tomo mi mentón y medio un pequeño besos en los labios.

-Buenas noches Gallagher- conteste cuando separamos nuestros labios.

Subi al auto de inmediato, al igual que el.

-Te vez preciosa, más preciosa de lo que estas- comentó.

-Gracias, debo decir lo mismo de ti- sonreí- aunque seguramente más tarde estarás mucho mejor- agregue insinuante.

-De eso no te va a quedar duda- ojalá fuera así.

-¿Dónde me llevaras?

-¿Te gustan los mariscos?

-Me fascinan, pero, por aquí cerca no hay restaurantes que ofrezcan eso- y era verdad, me conocía todos los restaurantes gracias a el. Ya que en todos los restaurantes hacía reservaciones, siempre habían carnes rojas, pasta, ensaladas.

-Lo se preciosa, pero pensé que ese vestido, te resaltaría más, si fuéramos cerca del mar- mi cara de sorpresa no se hizo esperar.

-¿A la playa?- el asintio- dios mio Aidan, eres asombroso.

-Eso ya lo se querida- respondió tocando una parte de mi pierna descubierta.

●●●

La playa era una de las cosas más bellas que había en este mundo, me encantaba ir, si no hubiera sido por la cena, perfectamente podríamos haber hecho el amor cerca del mar, sobre la arena, como el quisiera.

El banquete de mariscos fue de lo más exquisito que había probado en mi vida, Aidan y yo disfrutamos cada bocado.

-Debo decir, que esto está delicioso- comenté bebiendo un poco de vino.

-Lo mejor para usted

-¿Eres tan detallistas siempre?

-Por supuesto que no, pero tu, eres, lo más cercano a una amiga que he tenido- sonreí, mientras tomaba su mano- Debo hacerte saber que no eres... igual- su cara tubo una expresión algo rara, como de arrepentimiento.

-No te preocupes Gallagher, se a lo que te refieres- dije a lo que el sonrio- yo jamas podría confundir las cosas contigo galán.

-Me conoces tan bien- beso mi mano.

-El compromiso se que no te va

-Claro que no me va, soy muy joven, ¿no crees?

-Claro que lo creo, ahí que disfrutar, conmigo no habrá ningún compromiso, dalo por hecho.

-Claro que lo diré por hecho.

El placer de ser infiel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora