Hasta que el sol deje de brillar - Palú

Capítulo 4.

Narra Malú.
Acabamos de acabar de ensayar la gala que será televisada el día 31, nochevieja. Ha sido un ensayo bastante intenso e incómodo a su misma vez, ya que en varias ocasiones, yo diría que en bastantes, he cruzado la mirada con López. Estoy agotada y con un cansancio tremendo, pero soy consciente de lo que debo hacer antes de irme.

El ambiente que hay en los pasillos es muy estresante, debido a los susurros apresurados que se oyen y el sonido de puertas que se abren y cierran. Parece que la mayoría de mis compañeros están deseando llegar a sus casas, cosa que comprendo al sentir como me duelen los pies de los tacones, después de tantas horas aquí. Por fin, decido dirigirme a mi camerino, pero antes me propongo ir en busca de Pablo.

Lo encuentro en el estrecho que conecta mi camerino con el de mi queridísima amiga Pastora Soler. Nuestras miradas se cruzan, como si el tiempo se detuviera por un instante.

- Pablo..- murmuro, buscando las palabras adecuadas para romper el silencio. - Necesito hablar contigo, ¿tienes un segundo? - pregunto con seriedad y voz temblorosa.

PL: Claro, Malú - responde.

- Ven, vamos a mi camerino, así no estorbamos aquí, que no dejan de entrar y salir - le propongo.

Él asiente y caminamos hasta allí. Una vez dentro, le indico un gesto para que tome asiento en el pequeño sofá que hay frente a mi tocador.

- Siéntate hombre, tampoco hace falta que te quedes ahí parado

PL: Bien, ¿Sobre qué debemos hablar? - pregunta mirándome con atención.

Respiro hondo antes de responder, tratando de no explotar mi revuelto de emociones contra él.

- Pablo, necesito disculparme por cómo te hablé antes. He estado bastante nerviosa estos últimos días, has llegado en el peor momento y lo he pagado contigo. - le explico. - no pude evitar controlarme y te chillé hecha una furia.

Pablo asiente con comprensión y responde.

PL: No te preocupes, Malú. Aunque debo admitir que no esperaba esa reacción después de tantos años sin vernos, puedes contar conmigo, como lo hacías hace ya un tiempo.

- Dejemos eso del pasado a un lado - contesto firme y directa.

PL: ¿Por qué deberíamos hacerlo? - pregunta haciéndome rabiar. Esta vez no sé si podré controlar todo lo que me callé aquella vez.

- Porque tú nunca me quisiste de verdad, ni estuviste enamorado de mi ¿Te parece poco? - dije riéndome con ironía.

PL: Tu sabes perfectamente que eso no es verdad, te he querido como a nadie y aunque no te lo creas, aún te sigo queriendo. - comentó

- Si, ya, la carta de tu querida y encantadora Betty también decía lo mismo eh - respondí a la defensiva elevando la voz. - Ay, Pablito, no sé si me tomas por tonta o qué pero yo misma leí esa carta con mis propios ojos.

- Si dependiera de mí, no estaríamos teniendo esta conversación ahora mismo. Lo único que estoy haciendo es disculparme por haberte gritado antes del ensayo

PL: Malú, déjame explicarte todo. Si quieres luego te vas, me mandas a la mierda o lo que quieras, pero por favor - me pidió intentando calmarme.

- ¿Cómo quieres que te escuche? Sé que me estabas engañando con esa tía. Aunque no tuviéramos nada, yo daba por hecho que nos respetábamos mutuamente. No hay explicaciones que dar - zanjé.

PL: Por favor... hazme caso - me pidió.

Cedí y mirando al techo como que la cosa no iba conmigo, me paré a escucharlo, por mucho que no me fuera a convencer. Era la única vez que le había dado la oportunidad de expresarse sobre ese cansino tema.

PL: Aquella carta que leíste, la recibí aquel mismo día. Era de una admiradora que tengo desde hace varios años - confesó con sinceridad sin apartar su mirada de la mía.

Asiento con la cabeza , con gesto de que no es ninguna información nueva para mi.

PL: Entiendo que hubieras reaccionado así. Si yo hubiese estado en tu lugar, también me hubiera roto por dentro, Malú. Pero si hay una cosa que quiero que sepas con total claridad, yo nunca tuve nada con ella mientras estuve contigo. Mis ojos solo te veían a tí y ella para mí no significaba absolutamente nada- añade intentando hacerme ver la situación de la misma forma que él.

Ruedo los ojos y espero a que continúe.

PL: Malú, yo...-comienza a decir - no estoy buscando excusas ni justificaciones, solo quiero que entiendas lo que ocurrió.

- Si ella no significaba nada, ¿Por qué saliste con ella un año después de lo nuestro? - le interrumpo.

Él no tiene argumentos con los que contestar y sigo metiendo cizaña.

- Bueno, como veo que no tienes nada más que responder, ¿Has acabado? - pregunto dispuesta a irme, cogiendo mi bolso del perchero y a punto de abrir la puerta. Pero antes de que pueda salir, suelta una última frase.

PL: Con respecto a lo de que yo nunca he estado enamorado de ti, estás totalmente equivocada. Hay amores que solo pueden existir en tu corazón, otros en tu vida. Pero tú fuiste esa flechita, que desde el primer momento, se clavó en lo más profundo de mi ser. Fue tan profundo, que ahora mismo no sé como sacarla, pero tampoco es que tenga intenciones de hacerlo, por muchas cosas que pasen y hayan pasado entre tú y yo. Nunca dejaré de quererte.

Tragué saliva y salí por la puerta, sin responder a aquello que había salido por su boca.