Hasta que el sol deje de brillar - Palú

Capítulo 8.

Verdaderamente no sé de qué manera responder a esta pregunta. Hoy han pasado tantas cosas...que no sé si podré acordarme de todas ellas. Antes de comenzar a relatar todo lo sucedido, se me ocurre una idea.

- Pues..de eso mismo quería hablarte, y de unas cuantas cositas más también. Estoy de camino a casa, pero si tienes alguna horita libre me paso primero por la tuya, sino, cuando puedas cariño - propongo al instante

PA: Si te soy sincero, no tengo nada que hacer. Acabo de salir del gym y no tenía ningún plan, así que acepto tu propuesta, vente desde que puedas - afirmó con tono alegre.

Pasados unos diez minutos, me encuentro justo en la calle donde vive Albo. Tengo muchísimas ganas de verle, aunque la última vez que nos vimos fue antes de ayer. Nunca me faltan ganas para reunirme con él.

- Tooooc, tooc - grito con voz de niña mientras me abre la puerta - ¿se puede?

PA: ¡Ayyy mi Lula! - exclama mientras me abraza con fuerzas - vamos entra

Narra Pablo Alborán.
La invito a pasar, pero al girarme me la encuentro jugando con Terral, mi perro. Malú siempre ha sido alguien a quien admirar, pero mi admiración a ella principalmente se basa en su honestidad y manera de ser. Nunca he conocido a una persona tan cercana a los animales como lo es ella, y eso es algo que me fascina, ya que los incluye a todos ellos como si fueran personas.

Cuando por fin decide entrar, se sienta en el sofá color lima que hay colocado en mi amplio salón.

- Y...bueno señorita...¿cuáles son todas esas cosas que me tienes que contar? - me anticipo.

M: Bueno, no hagas caras extrañas con lo que vas a escuchar. Sé que va a sonar algo raro pero necesito contárselo a alguien - comenta con tono de preocupación

- Vale, tranquila

M: El otro día después de haber grabado la gala de Nochevieja, seguí tu consejo. Fui a hablar con López, pero las cosas se torcieron cuando empezó a sacarme cosas del pasado. Así que, por este mismo motivo me marché, pero una de sus frases me detuvo y no pude dejar de darle vueltas a la cabeza - explicó

M: Estuve hablando con mi madre y lo mejor fue ir hoy, esta misma tarde, a su casa. Me disculpé y empezamos a hablar las cosas, pero el momento en el que fue a hacer café para los dos...- tartamudea

- ¿Qué pasó con el café, Malú? - me intereso

M: Pu..pue..pues..pues que se le cayó una de las tazas al suelo y al ir a ayudarle, ambos nos agachamos y levantamos a la vez..la tensión pudo con nosotros y...

- ¿Yyyyy?¿Os enrollasteis? - pregunto con cara de asombro

Al no recibir ninguna respuesta por su parte, me confirmo a mi mismo que eso
justamente fue lo que ocurrió.

- Habéis triunfado, jejeeeje - intento darle humor a la situación

- Y luego, ¿Qué ocurrió?¿Cuál fue vuestra reacción?

M: Ambos somos conscientes de que no hemos hecho lo correcto, ya que primero deberíamos haber hablado las cosas, pero llegamos al acuerdo de que esto no supondría un problema para ninguno de los dos .- finaliza más tranquila

- Y..¿Hay algo más que quieras contarme? -  pregunto al recordar el "unas cuantas cositas" que aclaró por llamada antes de presentarse en casa.

M: Pues sí. Verás, el mismo día de la gala, en el aparcamiento, no te conté toda la verdad. Con respecto al tema de Iván, me faltaron cosas por pronunciar. Tenía miedo y aún lo sigo teniendo, pero se que tu no me vas a fallar.

- Cariño, claro que no te voy a fallar, eso nunca - destaco

M: El hecho de que Iván no me dejase hablar el otro día con la niña no es algo que realmente me sorprenda. Es cierto que dejé la relación por ese desgaste que había, pero en momentos puntuales, sufrí...

- ¿Cómo sufriste Malú?¿El qué sufriste? - digo mientras noto como me suben las pulsaciones y mi mano se endurece solo de pensar en tener a ese sin vergüenza delante.

M: Cuando Iván venía de mal humor del trabajo o me veía vestida con un mínimo escote...me daba una paliza - logra decir

- ¿CÓMO DICES? - esbozo la voz

M: S..si...si, lo siento si te he decepcionado - dice entre lágrimas

- Lula ven aquí, nada de esto es culpa tuya, pero deberías habérmelo dicho antes. Un idiota como este mocoso, no es nadie para ponerte la mano encima ni para decirte cómo tienes que vestirte y como no. Sé que no es fácil pedir ayuda o simplemente el hecho de hablar de ello en momentos como estos, pero estoy orgulloso de ti solo de saber la decisión que has tomado de alejarte de ese capullo. Demuestra bastante madurez por tu parte - suelto mientras la atrapo con mis brazos.

M: Lo odio, Pablo - susurra

Narra Malú.
Ya son casi las doce de la noche y hace una hora que he llegado a casa. Decido coger el móvil y en uno de esos movimientos tontos, me encuentro en la galería un álbum de fotos con Lópe. Recuerdo cómo guardaba todos esos recuerdos en esa carpeta llamada "My half", traducidamente en español "Mi mitad".
Realmente, él es y siempre ha sido como esa tecla de piano en mi vida que no puede faltar, ya que rebosa amor y vivencias.

Miro detalladamente una a una, hasta llegar a una fotografía que me hace parar de deslizar.