CAPÍTULO IV

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Era tan raro. El estar besando a Jeongin era raro.

Pero Hyunjin no podía detenerse. No después de que, cuando lamió el labio inferior del menor, éste soltara un sonido sorprendido, casi un gemidito. Eso pareció tener todo el efecto contrario al que debería (enfriarlo, incomodarlo). Terminó chupando el labio de Jeongin para que abriera la boca y así darle un beso de verdad.

Jeongin tardó un poco en entender lo que Hyunjin quería, probablemente se sentía abrumado por la forma en que los labios de Hyunjin se movían sobre los suyos. Demandantes, ansiosos y resbaladizos. Para cuando por fin abrió la boca, Hyunjin no dudó en introducir su lengua lo más que la posición en la que estaban le permitía. Se sintió realizado cuando Jeongin gimió y se aferró a sus brazos, intentando por todos los medios corresponder.

Hyunjin se sentía tan poderoso con su amigo así; todo confundido y besado, tratando de mover su lengua de la misma forma en que él lo hacía. De algún modo la inexperiencia de Jeongin en esta clase de besos hizo que la polla de Hyunjin se crispará.

Uhm, interesante.

Cuando se separó, deslizando su lengua afuera, sonrió complacido al ver el rubor en las mejillas de Jeongin y sus ojos húmedos. Sin mencionar qué apretaba sus piernas con fuerza para que su miembro permaneciera dormido.

A ninguno de los dos parecía importarle que acababan de besar a su mejor amigo de toda la vida.

—¿Te gustó? —preguntó Hyunjin con el ego ansioso. La respuesta era tan obvia que no se sorprendió cuando Jeongin lo mató con la mirada, justo antes de asentir con la cabeza— ¿Quieres otro? —Jeongin volvió a asentir, y de inmediato Hyunjin juntó sus labios de nuevo.

Y de nuevo, y de nuevo, y de nuevo.

—Lo sabía.

Cuando se separaron al escuchar aquella voz, se encontraron a Yeonjun -el hermano gemelo de Hyunjin— en la puerta con Soobin, su pareja. Ninguno de los dos lucía impresionado por el hecho de que ellos estaban comiéndose la boca. Es más, casi se veían como si les contentara aquello.

—Pensé que ibas a quedarte en la casa de Soobin. —Dijo Hyunjin, consciente de que Jeongin estaba ocultando el rostro en su cuello.

Yeonjun alzó una ceja. —No me cambies el tema. ¿Desde cuándo tú y Jeongin son novios?

—No lo somos. —Contestó sin pensarlo.

Soobin le murmuró algo a Yeonjun al oído que hizo al de cabello azul reír levemente.

—Vale, vale. Esto tiene más sentido. —Miró a su hermano de nuevo— Sólo vine a buscar unas cosas, pero te recomiendo que suban a tu habitación por si mamá llega. Vamos, Changbinnie —le dijo a su novio y empezó a caminar hacia las escaleras.

El chico castaño le hizo una reverencia corta a Hyunjin y Jeongin antes de seguir a Yeonjun.

Cuando escucharon la puerta cerrarse, Jeongin soltó una risita nerviosa.

—Ese bastardo... ni siquiera pudo fingir estar asombrado. —Hyunjin río y le acarició la espalda.

—Nadie lo estaría. Te lo dije, lo único que nos faltaba era esto. Soy prácticamente tu esposo.

Jeongin se salió de su cuello y se acomodó el cabello con una mano, sonriéndole dulcemente a Hyunjin.

—¿Y estas bien con eso? Eres heterosexual. —Hyunjin le miró sin ningún rastro de inquietud.

—Uhm, pues admito que es bastante extraño, ser cuestionado por mi forma de tratarte, y ahora besarte... pero como, como no fue realmente malo. —Frunció los labios un poco— Me gustó besarte. Pensé que si lo hacía cambiaría de opinión, pero no fue así. Ahora lo quiero, lo quiero tan mal. ¿Eso me hace gay?

Estrechez ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora