Estrechez ❁ HyunIn

FINAL PT2

No le costó mucho encontrar a los inconfundibles gemelos Hwang. Y no fue precisamente por su atractivo, sino porque no era fácil perderlos cuando Yeonjun estaba encima de una mesa acostado, tratando de rapear alguna canción de AgustD -tratando y fallando-, mientras que Soobin y otro chico con pinta de mesero sostenían a Hyunjin, con los brazos del rubio alrededor de sus hombros. Hyunjin reía y gritaba incoherencias mientras los otros dos intentaban con todo mantenerlo de pie a pesar de sus piernas de gelatina.

Incluso viéndolo borracho e inútil, Jeongin no podía evitar sonreír enormemente. Las mejillas de Hyunjin estaban sonrojadas por el alcohol, su teñido cabello alborotado y, puede que no fuera muy atractivo para el mundo promedio, pero a Jeongin le fascinaba escuchar sus alaridos bobos y graciosos. Le recordaba por qué lo había elegido a él entre tantas personas para ser su persona favorita.

¿De verdad era tan importante el sentir algo más allá de eso? Sería muy hipócrita de su parte decir que desearía no tener a Hyunjin de mejor amigo. Jeongin no podía arrepentirse de ninguna de las cosas que él y ese indeliberado rubio habían hecho. Y si para seguir teniéndolo a su lado debía tragarse esos absurdos sentimientos en lo más profundo de su garganta, pues que así fuera.

Ah, qué estúpido es el amor.

—¿Uhm? ¡Woah, mira Hyunjin, es Jeongin! —Yeonjun, que en algún momento había llevado su vista hacia él, exclamó maravillado.

Jeongin alzó una ceja. Okay, sin dudas estaba el triple de ebrio que hace rato.

Llevó sus ojos hacia Hyunjin. El rubio lo observaba desorientado, como si no tuviera sentido alguno que Jeongin se encontrara allí.

Jeongin sonrió tranquilamente, fingiendo que no le sudaban las palmas de las manos. Caminó hacia allí, y cuando Hyunjin captó que no era un espejismo se lanzó hacia él, rodeándolo por el cuello con los brazos.

—¡Pipeeeeee! —exclamó, haciendo que Jeongin alejara un poco su cabeza.

—No me grites, Jinnie —dijo suavemente, aplicando los apodos que al borracho Hyunjin le gustaban.— Ya estoy aquí.

—¡Tardaste siglos, Jeongin! —Soobin bufó, viéndose completamente enojado.— ¡No vuelvo a hacer de niñera con estos dos pendejos, así que procura hacer bien tu trabajo de marido y cuidar a tu nudista oxigenado!

—¡Te dije que no soy oxigenado! No sé qué significa, pero suena feo y no lo soy —Hyunjin hizo un puchero, ocultando medio rostro en el cuello de Jeongin.

Jeongin trató de aparentar serenidad, pero era sumamente difícil teniendo la respiración de Hyunjin en su cuello. Le dedicó una sonrisa a Soobin.

—Prometo que te compensaré esto, gracias por mantenerlo a salvo —dijo acomodando a Hyunjin, tomándolo de la cintura. —¿Puedes sacar a Yeonjun tú solo?

Soobin cruzó los brazos sobre el pecho y arqueó una ceja con arrogancia.— A diferencia de ti, yo sí sé controlar mi ganado. A Yeonjun lo domino con sólo usar la palabra 'sexo' o 'lencería'.

Jeongin iba a decir algo, pero el chico al lado de Soobin -del cuál hasta ahora había hecho caso omiso— llamó su atención.

—¿Él es Jeongin? —preguntó ladeando la cabeza. Jeongin se limitó a asentir con la cabeza. —Oh, ahora sí entiendo por qué Hyunjin está así. ¡Yo sin dudas me enamoraría de ti, incluso siendo hetero!

—¿Qué...?

—¡Yoongi! —Yeonjun llegó a ellos, tambaleándose. —No diigas eso, ¡yo soy más apuesto que Jeongin!

—Tienes novio —dijo Yoongi sin dejar de sonreír.

—Y está aquí presente —ladró Soobin, molesto.