Estrechez ❁ HyunIn

CAPÍTULO VII

Las manos de Hyunjin subieron su camisa lentamente, acariciando toda la piel que iba siendo expuesta pero sin detenerse en algún punto. Tomó la orilla de la prenda y le indicó a Jeongin con el mismo tono de voz que llevaba usando.

—Muerde.

Jeongin le observó con vergüenza antes de tomar la orilla de su camisa con los dientes, dejando así su pecho en disposición a las morbosidades de su mejor amigo.

Hyunjin llevó los labios a su cuello, soplando justo atrás de la oreja de Jeongin, enviando así una corriente de anticipación por todo su cuerpo. Pegó la boca a su pulso y chupó, chupó con fuerza, era obvio que el muy desgraciado quería hacerle una marca. Pero con lo vulnerable que se sentía en esos momentos, Jeongin no pudo detenerlo, sólo cerró los ojos ante el asalto qué pasó a recorrer cada espacio de su blanquecino cuello.

Cinco o seis chupetones después, Hyunjin bajó hasta su clavícula. La delineó con los dientes de forma tentativa mientras sus manos acariciaban el estómago tenso de Jeongin.

Llegó a los pectorales. Se quedó mirando los pezones erectos y rosados de Jeongin con una expresión extraña, pero el menor no tuvo tiempo de taparse cuando la mirada de Hyunjin vagó hasta su barriga, donde empezó a lamer y mordisquear, sacándole uno que otro sonido ahogado. Toda esa zona era un punto erógeno para él, y Hyunjin -el muy maldito lo sabía y lo aprovechaba.

Una húmeda lengua se deslizó fuera y dentro de su ombligo, y Jeongin se sintió temblar ansiosamente, su camisa dejando los jadeos que deseaba soltar atorados.

Ni cuenta se dió cuando los labios de su mejor amigo subieron de nuevo hasta su pectoral izquierdo. Lo notó cuando la punta de la lengua rozó su sensible pezón. Se estremeció, Hyunjin lo rodeó con sus labios y chupó. Empezó a succionar el botón con un morboso sonido húmedo que repercutía en la polla de Jeongin, sintiendo su pezon dolerle y ponerse hinchado mientras Hyunjin lo estimulaba con su lengua.

—¡Oh, Hyunjin! —Abrió la boca cuando los dedos subieron hasta su otro pezon y lo jalaron sin cuidado. Dolió, dolió mucho. Jeongin no entendía porque su polla estaba sacudiéndose dentro de sus pantalones, él no era masoquista.

Hyunjin liberó su mojado pezón para mirarle con reproche. Su camisa se había interpuesto entre su boca y el botoncito.

—Mal, Jeongin. —Negó con la cabeza. Pasó su brazo por debajo de Jeongin para alzarlo, silenciosamente exigiendo que se quitara la camisa.

Jeongin lo hizo con movimientos torpes, sus dedos no respondían ante las olas de calor paseándose por su sangre. Cuando por fin tuvo su pecho desnudo Hyunjin le ayudó a quitarse los pantalones, quedando sólo en un bóxer de bob esponja.

Irónicamente, esto no le apenó ni un poco. Muy al fondo de su nublada mente, él sabía que en esos momentos Hyunjin llevaba ropa interior a juego.

Más allá de eso, cuando notó cómo su amigo se sonrojaba por verlo en la prenda amarilla y blanca, se confundió un tanto, terminando por removerse incómodo.

—¿Algo mal? —Dijo ruborizado.

Hyunjin negó y bajó la cabeza de nuevo, tomando el otro pezón entre sus dientes para así tirar suavemente, jugando con el pezón dentro de su boca.

Jeongin jadeó y aferró una mano a la camiseta de Hyunjin, enterrando sus cortas uñas en la tela para intentar controlarse y no gemir como una puta. Trabajo difícil cuando tu sexy mejor amigo te está mamando el pecho como un jodido bebé hambriento.

Cuando el pezón estuvo lo suficientemente duro a opinión de Hyunjin, y todo su pectoral estaba lleno de saliva, lo liberó y subió para besar a Jeongin en la boca, deslizando sus labios lentamente mientras paseaba las manos por sus suaves y tonificados muslos. Jeongin suspiró y le regresó el beso de esa forma tan atontada que hizo a Hyunjin gruñir y hundirle la lengua en la garganta. Quizás se excedió un poco, ya que Jeongin sufrió una arcada que lo obligó a separarse.