CAPÍTULO VIII

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—Oh, alguien llama a la puerta.

Hyunjin pausó la película tras la observación de Minho. Era sábado de pelis con sus amigos y hermanos, y ese sábado también se les unió su mamá y la novia de Chan. No esperaban a nadie más.

Se levantó de las piernas de Jeongin y fue a abrir, encendiendo las luces también en el camino bajo el quejido de todos al resentir la iluminación tras horas de solo estar con la tv encendida.

Cuando Hyunjin abrió, no esperaba encontrarse con Jennie. De hecho, ni siquiera pudo procesarlo antes de que la chica le besara en los labios y le sonriera.

No la había visto desde hace cómo cuatro días, desde que le propuso a Jeongin tener relaciones.

El pensamiento le hizo pasar saliva, quizás un poco culpable. Pero en vez de actuar cómo un hombre remordido, la invitó a pasar tranquilamente, comentándole que estaban viendo películas.

—Eh, ¿llego en mal momento? —Cuestionó apenada al ver la cantidad de gente en la sala.

—Nop, puedes unirte si quieres. ¿O quieres que salgamos a hacer algo más? —Que no diga ir a un hotel, que no diga ir a un hotel.

Jennie negó con la cabeza.

—Sólo venía a ver si seguías vivo, no hablamos desde hace unos días y ajá.

—Lo siento, estuve ocupado con las clases y todo eso. Jeongin y yo hemos tenido la semana ocupada —mintió, y la facilidad con la que lo hizo era casi asquerosa.

Jennie asintió y se giró para darle una reverencia corta a todos los presentes, los cuáles le devolvieron el saludo curiosos a excepción de Jeongin, que sonreía entreviendo una desgracia para Hyunjin.

—Lamentó interrumpir, señora Hwang —dijo ella.

Irene la miró curiosa, asintiendo en silencio.

—Ella es Jennie, mamá. Ya les hablé de ella. —Explicó Hyunjin, mirando directamente hacia Jeongin de forma afilada, advirtiéndole que no hiciera alguna estupidez.

El menor se encogió de hombros e hizo un gesto de estar pasándose un cierre por los labios, accediendo ante la complicidad que implicaba ser... el amigo con beneficios de Hyunjin.

Si bien esto era un alivio, la confidencialidad no estaba del todo asegurada. Sus hermanos y madre sabían lo que pasaba, y no era el problema, sino que sabían demasiado. La situación ya no era implícita entre los Hwang en absoluto, pero Hyunjin creía que podía contar con que ninguno sería tan imprudente cómo para implicarlo en un desplante con Jennie.

Y con darle una mirada a Yeonjun, el cuál portaba la sonrisa más inquietante que Hyunjin había visto en su vida, supo que tendría que realizar un par de chantaje después de que Jennie se fuera.

Por ahora, tenía que mantener a todos a raya.

—¿Quién es ella? —preguntó Félix, mirando a Jennie de igual forma que la mamá de Hyunjin.

—Soy la novia de Hyunjin. —Dijo ella haciendo otra reverencia hacia sus amigos.

Chan, Minho, Soobin y Félix se miraron entre ellos antes de comenzar a reírse escandalosamente, el primero soltó a su novia para no lastimarla de un manotazo, incrédulos por la supuesta broma que de seguro era lo más cómico que habían escuchado en su vida. Tanto se rieron que pronto Jeongin y Yeonjun se unieron a ellos, retorciéndose hasta que Minho y Soobin terminaron en el suelo pataleando.

Hyunjin se la palmeó la frente. Típico.

—Son una cuerda de idiotas, ignóralos por favor. —Le dijo a Jennie, que lucía lejos de estar molesta mientras le sonreía a la novia de Chan cordialmente.

Estrechez ❁ HyunInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora