Colores sin punta

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Muy buenas, esta historia también la pueden encontrar en AO3, bajo el titulo "WuLian" en el capitulo 19. 

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— Te presento a Wu Ming.

— ¿Sin Nombre?

— Todavía busca su inspiración.

— ¿Por qué no me sorprende de un crio de la calle?

— Por favor, mi emperador. El vivirá en la sala externa, sé paciente con él.

Era una escena chocante y discordante, por decir lo menos.

Por un lado, esta Xie Lian, un muchacho menudo de caballera preciosa que recordaba a las montañas bañadas a la luz del sol, ojos cálidos como ámbares preciosos y un rostro tan suave, perfecto y único que pareciera un inmortal de los cielos.

Esta persona acaricia levemente el brazo de otro hombre, más alto y flácido que él, cuyos ojos destellan resentimiento y enojo detrás de una máscara de sonrisa opaca, como si fuera un fenómeno con su cuerpo larguirucho y cabello azabache despeinado.

El chico de la máscara se hace llamar Wu Ming y a través de los huecos de su mascara mira con gran aprensión a Jun Wu, el esposo de Xie Lian y dueño de todo lo concerniente a "Reino Celestial Récords". El hombre es claramente mayor, casi tan alto como Wu Ming, su porte magnifico evidencia una autoridad incuestionable y una facilidad a salirse con la suya que no genera muchas simpatías.

— ¿Y eso por qué? — siseo Jun Wu, de pronto mal humor— ¿Cuántas veces te he dicho que no traigas perros hambrientos a la casa?

— No es un perro, es un buen chico— Xie Lian se puso de cuclillas para palmear la cabeza de Wu Ming, que se inclinó a su toque con la facilidad de un can deseoso de cariño— Deberías haber visto los murales que pinto, tiene mucho talento. Quiero que pinte el frente de la casa.

— Dijiste que ibas a encargarte tú de eso— espeta Jun Wu.

Wu Ming gruño por debajo, con toda intención de darle una paliza a este "emperador". ¿No ve que las manos de Xie Lian son hermosas, crean vida y no merecen desgastarse con trivialidades? Si fuera el esposo de Xie Lian, Wu Ming nunca le dejaría mover un dedo para trabajar.

— Eso es correcto, mi emperador, pero Wu Ming tiene mayor habilidad y quiero que veas su esfuerzo. Por eso, él se encargará de la pintura y de la habitación lateral que quiero construir, mi emperador.

— ¿Desde cuándo tomaste esa decisión?

— Por favor, dale una oportunidad— pidió Xie Lian, con una voz relativamente firme pero debilitada cuando los ojos duros de su esposo lo fulminaron.

Wu Ming apretó los dientes, queriendo gritar de odio.

— ¿Te acuerdas del escritorio nuevo que traje la semana pasada? Te mentí. No lo compre, Wu Ming lo hizo, él es bueno en carpintería y sé que-

— Si traes a más vagabundos sucios, esta casa será un refugio de...

— No tendrá que pagarme. Vivir bajo techo será suficiente— dice Wu Ming, rápido para que no se le detectase la rabia y lo bastante lento para que quedara claro que no se iría sin pelear.

Nunca se iría, no dejando a Xie Lian a merced de este desalmado.

Por unos momentos, Jun Wu parece querer debatir, más mira a Xie Lian de nuevo y piensa que no puede ser tan malo. Ya le ha negado salir de compras y solo tiene a las plantas con las que se pasa hablando solo.

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