Shinobu estaba recostada en el suelo, habían pasado varios días después de aquel momento.
Estaba totalmente desarreglada, sola, cansada, triste.
Simplemente deseaba que pronto aquella pesadilla terminará y logrará encontrar a su hermana.
Shinobu derrotada, eso era lo que pensaba en ese momento.
La puerta de su habitación se abrió, la pelinegra se levantó lentamente, un pelinegro con gafas estaba recargado en el marco de la puerta, observándola.
-Hola, ¿cómo está? -El pelinegro camino hasta sentarse frente a ella y observarla en silencio.
Shinobu lo observó como si su pregunta fuera la pregunta más sacada de lugar.
-Disculpe...Es claro que en esta situación debe estar mal. Traje algo de comida, por favor coma. -Le acercó una caja de madera llena de verduras y carne.
Shinobu sin hablar aún, la tomó y comenzó a comer en silencio.
"Sabe bien" fue lo que pensó al primer mordisco.
El pelinegro la observó todo el tiempo mientras comía, al terminar le entregó la caja de vuelta.
-Gracias. -dijo con una mirada al suelo, el pelinegro la observó con una cálida sonrisa.
-...¿cuál es tu nombre? -el mayor se acomodó en su lugar en una posición más cómoda para escuchar a la pequeña.
-Shinobu Kochou.
-Shinobu, te traje aquí por algo. Te estuve observando a ti y a tu hermana, primeramente pensaba en secuestrarlas a ambas y vender a la mayor, pero vi que no sería necesario solamente teniendote a ti.
Escalofríos, eso fue lo que sintió.
Aquel hombre sonriendo tan radiante mientras decía cosas así.
Shinobu comenzó a temblar.
Extendió su pálida mano y tomó el rostro de la menor en una cálida caricia.
-Tú harás que el imperio de Muzan se vaya a la mierda. -Sus suaves dedos se encajaban en la piel porcelana, enrojeciendo esta en el acto.
Las lágrimas caían junto con un silencio desgarrador.
"Todos están dementes" Era lo que Shinobu pensaba.
Apesar de la golpiza que había recibido el otro día por parte de aquel pelirrojo, eso no era suficiente para perder el coraje.
Aún con sus manos temblorosas, logró apartar la mano de aquel demente.
Oh pobre Shinobu, lo que le esperaba.
●
-¡Quiero saber dónde está mi hermana! -la pelinegra de gran altura golpeaba el escritorio de aquel oficial más rota que molesta, sus lágrimas caían sobre los documentos.
-Señorita...estamos haciendo todo lo que podemos, es claro que su hermana fue víctima de la pandilla Hashira. Lo mejor es que se prepare para lo peor.
-Uhm...pe-pero descuide, estoy segura de que al menos los restos serán encontrados rápidos.
Kanae cayó al suelo de rodillas con su cuerpo envuelto en un temblor incontrolable. Absolutamente todos voltearon a observarla, algunos con compasión y otros con molestia.
-Por dios...¿Quién dejo entrar a esa loca?
-¿Quién se cree?
-Deberian prohibir la entrada a mujeres.
De pronto unas manos envolvieron las suyas, cálidas y con un agarre fuerte, Kanae levantó la mirada y observó a un albino de aspecto rudo.
Sintió su piel erizarse y sus ojos humedecer, un poco de amabilidad era lo que necesitaba.
-El caso de su hermana lo llevaré yo, esta pandilla ya ha protagonizado varios de mis casos, me encargaré de que su hermana vuelva justo como se la llevaron.
Kanae abrumada por aquél mar de emociones comenzó a soltar pequeñas lágrimas y sujeto con fuerza la mano de aquél hombre, aquél hombre que con un par de palabras le había devuelto la tranquilidad.
En algunas horas Kanae se encontraba en la oficina de aquél hombre relatando los acontecimientos con cuidado. Este anotaba sin parar y hacía unas cuantas pausas para mirarla a los ojos.
-Un hombre de cabellera larga y negra, sus ojos azules...profundos, tenía una fuerza brutal. Él se la llevó, ese desgraciado. -Kanae decía aquellas palabras con un tono suave, solo miraba a la ventana ocultando sus emociones reales.
-Muy bien, la llamaré pronto si obtengo algún avance o necesito más información, cuente conmigo, por ahora puede ir a descansar.
-Señor Sanemi, no tengo a dónde ir, Shinobu es mi única hermana, la amo con todo mi corazón...por favor le ruego que me deje ayudarlo con la investigación. -Kanae se levantó de su asiento observándolo con un brillo incontrolable en sus ojos, él sabía que no debía aceptar. Algo se lo decía.
-Bien, esta dentro, le encontraré un lugar donde dormir. -Dijo lo contrario a lo que pensaba, fue inevitable, por alguna razón sentía la necesidad de tener cerca a aquella mujer.
Al tener todo listo se sentaron uno frente al otro, Kanae en la silla que estaba frente al escritorio observaba a Sanemi sacar unos archivos de su cajón.
-Los Hashira son solo una pandilla de mafiosos, ladrones, pandilla, etc. Usualmente solo causaban crímenes menores, eso era hasta hace dos años. Comenzaron con actos terroristas incluso llegando a asesinar a samurais. Las causas son desconocidas, pero gracias a mi equipo hemos logrado crear la teoría de que quizás es un régimen en contra de él nuevo emperador
-Rebeldes...pero ¿mi hermana que tiene que ver en esto?
-Cualquier persona pensaría que la venderían, pero en este caso, no sólo se la hubieran llevado a ella, hubieran secuestrado a miles de pequeñas. La quieren para algo en específico...infiltrarla entre la gente del palacio quizás.
-Shinobu...ella no sería capaz, es valiente, pero no tonta.
-Quién dice que no pueden obligarla.
______<Perdón por el capitulo algo corto, prometo que vendrán mejores caps en cuanto a calidad y contenido
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Geisha ༄
FanfictionLa geisha representa la fuerza, delicadeza, mística e inteligencia, así como también para algunos individuos simboliza la paz y serenidad. -Actualizaciones lentas. -Habrán leves menciones de otros ships, pero todo se centrará mayormente en el Giyuu...