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Shinobu observaba la ventana, intranquila mordía sus uñas

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Shinobu observaba la ventana, intranquila mordía sus uñas.

Vestida de una manera bastante primitiva, solamente sabía que aquellos iban a hacer un ritual de inciacion para meterla oficialmente a su banda criminal.

En su mente se repetían las mismas palabras sin cesar.

"Kanae vendrá, ella me salvará"

Aún con aquel intento de ayudarse a sí misma, no paraba de sentir sus manos sudar y sentir aquel dolor cuando muerdes tus uñas a más no poder.

En aquel momento la puerta fue abierta, aquel cabello rojizo hizo presencia en la habitación, Shinobu se encogió en su lugar incomoda por su mirada insistente.

-Veo que sigues teniendo miedo, no debes preocuparte, después de esto no sentirás eso nunca más, al menos de nosotros.

Shinobu apretó los labios pegando su cuerpo a la pared, rezaba porque aquella mano no la tocará.

Rengoku la tomó de la muñeca y no hacía falta aplicar fuerza, con un solo jalón logró cargarla, por más que forcejeara solo conseguía causarle una que otra risa a aquel hombre.

-¿Podré volver a ver a mi hermana? -Rendida preguntó aquello dejándose llevar.

-Si yo fuera tú...no volvería a ver a mi familia, por el bien de ellos.

Sus esperanzas eran pisadas cada vez peor, tantos meses habían pasado y no había señal de su hermana, ¿sería capaz de que la hubiera abandonado? ¿Habría colaborado con Daki por algo de dinero? Sacudió la cabeza aturdida por sus propios pensamientos.

-No podría abandonar a Kanae, estoy segura de que me esta buscando en todos los lugares. -Levanto la mirada encarando a Rengoku.- Sé que ella vendrá.

-Ya tan pasado cuatro meses desde que estas aquí, deberías seguir adelante. -Su gran sonrisa se desvaneció y cargo a la menor cómo costal llevandosela al piso de abajo.

La puerta a la salida estaba abierta, pero simplemente volteó la mirada, había perdido la cuenta de cuantas veces había intentando escapar.

-¡Mitsuri! -Llamo a la pelirrosa la cuál no tardó en aparecer, tomando otra calada de su cigarro.

-Así que es hoy... -Bajo la mirada observando a la Kochou, de arriba a abajo con algo de lástima.

-Hazte cargo. -Solto a Shinobu dejándola caer al suelo, entonces aquel desapareció saliendo de ahí.

Geisha ༄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora