•¿Y si...? -Fanfic TomJake-

15: ¿El Final?

Ojos Verdes
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5 años después...
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Omnisciente:

Si bien, Jake y Tom habían recorrido un largo camino para crecer y mejorar como individuos, reflexionaron sobre sus errores pasados y actitudes. Al dejar atrás el pasado, sanaron heridas y decidieron volver a intentar fortalecer su relación como pareja.

Celebraron juntos el Año Nuevo, compartiendo ese momento con la familia de Jake, presentándose oficialmente como pareja. Miriam los abrazó con amor, expresando su orgullo por ambos muchachos.

Con el paso del tiempo, el de cabello azulado aseguró un puesto destacado como chef principal en un restaurante de 5 estrellas, y juntos se mudaron a una bonita casa en un barrio acogedor. Por su parte, Tom, que ya no era un simple policía, había sido ascendido a comisionado.

A pesar del amor que se tenían, enfrentaban una que otra dificultad para pasar tiempo juntos: Tom comenzaba su jornada laboral a las 8: 20 de la mañana y regresaba a casa hasta las 9 de la noche , mientras que Jake, con un horario nocturno algo matado, entraba a trabajar a las 7 de la noche y llegaba pasadas las 2 o 3 de la madrugada, encontrando a Tom ya durmiendo en la cama que compartían. Siendo el único momento del día en que tenian la posibilidad de compartir un poco de tiempo durante la mañana.

Si no estaba demasiado agotado por el trabajo del día anterior, Jake se tomaba la molestia de levantarse para hacer el desayuno y almuerzo de Tom (el pelinegro no tenía mucho "talento culinario" y la última vez que comió algo que cocinó, acabo pasando la noche en el hospital).

Ambos hombres sabían que si no hacían un cambio pronto en su rutina diaria, significaría peligro para su relación.

Pero aquel distanciamiento, sin embargo, estaba a punto de terminar.

Era un sábado soleado, Jake estaba sentado en su sofá mientras leía por enésima vez "Crepúsculo". Los fines de semana solía tener que trabajar temprano, pero su jefe le había dado una semana se vacaciones libre después de advertirle que estaba trabajando de más y un descanso no le vendría de más. Así que ahora estaba disfrutando del primer día de su semana de vacaciones laborales.

Absorto en su lectura, no escuchó los golpes insistentes en la puerta hasta que Sterling comenzó a ladrar sin parar. Sus ojos se posaron en el perro, quien apoyaba sus patas delanteras en la puerta, ladrando insistente.

-¿Quien llegó, Sterling? -pregunta el de cabellos azules, se puso en pie y se encaminó hacia la entrada, preguntándole a Sterling, como siempre hacía cada vez que alguien llegaba, lo que siempre le causaba gracia al ver la emoción de su perro por recibir a la visita. Aunque recordaba el día en que Sterling se abalanzó sobre Aiden y lo derribó, dejándolo en el suelo.

Al abrir la puerta, con su cabello azul recogido en una pequeña coleta, Jake sonrió al encontrarse con sus dos mejores amigos, Lake y Aiden, quienes mantenían una expresión alegre en sus rostros. Aunque se sintió un poco desconcertado por la visita inesperada, Jake les devolvió la sonrisa.

-Hola chicos, ¿Que hacen aquí?

-¿No podemos visitarte? Que grosero. -dramatiza Aiden, haciendo a Jake rodar los ojos con gracia. Lake lo abrazó con tal fuerza que logró levantarlo del suelo por unos segundos. Su emoción era evidente, aunque Jake desconocía la razón detrás de ese entusiasmo.

-¡Tengo tanto que contarte! -exclama la de cabello rojizo, sin borrar su radiante sonrisa de sus labios. -Bueno, Aiden tiene. Pero si no habla rápido lo diré yo.

Ante sus palabras, Jake observó con curiosidad como las mejillas del más bajito se tenían de un color rojo carmín y sonreía con nervios.

-¿Por qué no pasan y así me cuentan todo?