𝓬. 07

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❝if i can't have you, then no one else can❞

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❝if i can't have you, then no one else can❞

chapter seven

Lennox estaba en el ático muy iluminado de la iglesia, rodeado por los otros tres chocolateros: Slugworth, Fickelgruber y Prodnose. La tensión flotaba en el aire mientras sus voces chocaban en un acalorado debate sobre Willy Wonka y el impacto que tuvo en sus respectivos negocios.

Mientras Slugworth, Fickelgruber y Prodnose expresaron sus preocupaciones y frustraciones, Lennox permaneció mayormente en silencio, sus pensamientos consumidos por sus propios sentimientos complicados hacia Willy. Observó el intercambio, sus penetrantes ojos azules se entrecerraron con una mezcla de curiosidad y cautela.

Mientras continuaba la discusión, la mente de Lennox retrocedió a los momentos que había compartido con Willy, el sabor de sus labios y la forma en que sus cuerpos se habían entrelazado. No podía negar el efecto que Willy tuvo en él, tanto a nivel personal como profesional.

—¡Lennoxarder!—Fickelgruber gritó llamando a Lennox por su nombre completo.

—¿Qué?

—Estoy preguntándote.—el hombre mayor volvió a decir.—¿Cómo va el plan con Wonka?

—Ah, eso.—en el fondo, Lennox reconoció que su rivalidad con Willy nació de una mezcla de celos y deseo. Por un lado, le molestaba la forma en que los chocolates mágicos de Willy habían cautivado a la ciudad, amenazando con eclipsar su propio negocio. Por otro lado, no pudo evitar sentirse atraído por el enigmático chocolatero, sus creaciones poco convencionales y su innegable encanto.—Bien, digo... cada vez me tiene más confianza.

—Eso es bueno.—Prodnose habló.

—Lo es.—Slughworth continuó.

—No creo que sea buena idea si sigo amable con Willy.—Lennox dijo y su padre frunció el entrecejo.

—¿Willy?

—Uh, Wonka.—Lennox se corrigió.

En medio del caos, la mente de Lennox comenzó a formular un plan, una manera de proteger su propio negocio y explorar las profundidades de su conexión con Willy sin lastimarlo. Sabía que tenía que andar con cuidado, jugando el juego de la rivalidad mientras alimentaba en secreto la llama del deseo que ardía dentro de él.

Con férrea determinación, Lennox finalmente habló, su voz mezclada con una fría confianza.

—Si tan seguros están de sus chocolates, entonces, no deberían sentirse amenazandos por Wil... Wonka.

—Mi hijo seguirá de nuestro lado.—el padre de Lennox ignoró su rechazo.

—Eso esperamos.

—¿Verdad, Lennox?—la mirada de Lennox se dirigió a Fickelgruber, su padre, un hombre cuyas expectativas pesaban mucho sobre sus hombros.—¡¿Verdad, Lennox?!

Bitter Sinful ‎✧ WonkaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora