❝Lennox Dolatte era un amargo con gusto por el dinero y asco por los dulces y chocolates.
Willy Wonka quedó maravillado con el negocio de Lennox. Incluso con lo amargo de sus dulces y chocolates, le pidió ayuda.
¿Que sería de dos hombres los cuale...
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during lenya, vanilla and lexon:part two.
Los pasos de Lennox resonaron en la habitación mientras caminaba de un lado a otro, sus pensamientos consumidos por el peso de la discusión que se había desarrollado entre él y Willy. La tensión en el aire era espesa y sus voces todavía resonaban en sus oídos.
—Lennox, por favor.
La súplica de Willy flotaba en el aire, su voz llena de anhelo y desesperación.
El deseo de tener hijos se había convertido en un punto de discordia entre ellos, un tema que Lennox no podía afrontar.
Dejó de caminar y su mirada se encontró con los ojos suplicantes de Willy. Los rasgos de Lennox se suavizaron, una mezcla de frustración y miedo grabada en su rostro.
—Willy, sabes lo que siento por esto.—dijo Lennox, su voz teñida con un toque de tristeza. —Ya te lo dije antes, me aterroriza tener hijos. La idea de ser responsable de otra vida, de potencialmente equivocarme... me asusta. Además, llevamos solo tres años con este matrimonio, un niño lo arruinaría todo.
Willy extendió la mano, su mano temblaba mientras rozaba con las yemas de los dedos el brazo de Lennox. Sus ojos estaban llenos de una mezcla de amor y decepción.
—Entiendo tus miedos, Lennox.—susurró Willy, con la voz llena de empatía.—Pero no puedo ignorar el anhelo de mi corazón. Siempre he soñado con tener una familia, compartir nuestro amor. Además, ¿no pensaste que en algún momento querría algo así?
—¿Hijos? Considerando que somos hombres, no, Willy, no lo pensé. De verdad, llevamos años casados y nunca se si eres tonto o te haces.
El lenguaje corporal de Lennox cambió mientras se alejaba del toque de Willy, con los brazos cruzados sobre el pecho en una postura defensiva. Su expresión se endureció, su resolución inquebrantable.
—Lo he dejado claro desde el principio, Willy.— afirmó Lennox con firmeza, su voz teñida de frustración.—No quiero tener hijos. Fin de la historia. No quiero traer otra vida a este mundo y ser responsable de su felicidad y bienestar.
Sus palabras flotaron en el aire, el peso de su decisión era palpable. La mirada de Lennox se endureció cuando se encontró con los ojos de Willy, su tono inquebrantable.
—No es algo en lo que esté dispuesto a ceder.— continuó Lennox, su voz llena de determinación. —Te amo, Willy, pero no puedo darte la familia que deseas. No es justo para ninguno de nosotros forzar algo contra lo que estoy fundamentalmente en contra.
La expresión de Willy vaciló, una mezcla de decepción y tristeza cruzó sus rasgos. Dio un paso adelante, su voz llena de una mezcla de vulnerabilidad y desesperación.
—Pero Lennox, pensé que podríamos encontrar una manera de hacerlo funcionar.—suplicó Willy, con la voz temblorosa.—Pensé que el amor podía conquistarlo todo.
