26.

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—Chaewon, ya no quiero seguir ocultando lo que siento por Hanbin solo para evitar exactamente esto —suspiró Zhang Hao cansado—. De verdad lo intenté, pero simplemente lo 'nuestro' no funcionó —hizo comillas con los dedos antes de mirar por sobre su hombro y ver a su pequeño mirándole estupefacto—. Hanbin es mi novio, y no tienes ningún derecho de venir a recriminarle cosas que él no ha hecho solamente porque no me gustaste.

—P-pero... Hao... —Chaewon balbuceó, con la vista nublada y labios temblorosos.

—Chaewon, deja de humillarte, ¿si? —Zhang Hao sacudió la cabeza mientras se cruzaba de hombros—. Pasaste todo este tiempo preguntándome con quién salía para intentar demostrarme que eras mejor, ¿qué sacabas con eso? Te estabas obligando a no ser tú para complacerme a mí.

—T-tú de verdad m-me gustas... —Hanbin hizo una mueca al escuchar la temblorosa voz de la rubia, incapaz de alzar la mirada para encontrarse con ella.

—¡Ya lo sé! —exclamó el castaño, exasperado y agitando los brazos cerca de su cabeza—. Pero tú a mí no. Jamás te pertenecí Chaewon, ese algo que tuvimos no significó nada porque no paso nada —Hanbin pudo notar como Zhang Hao estaba estresado y cansado de la situación, y que con eso podía ser tan mordaz como para no medir sus palabras—. Así que te pido de la mejor forma posible ahora mismo que te vayas de acá y dejes a mi novio —recalcó las últimas dos palabras mientras de apuntaba el pecho—. La persona que amo, en paz, y de paso a mí también.

Hanbin no vio lo que sucedió después, pero por simplemente escuchar unos paso y la puerta de la cafetería siendo abierta junto con el tintineo de la campana, pudo deducir que Chaewon se había ido de allí. Luego de aquello, escuchó un gemido ahogado, y como Taerae desenvolvía los brazos de su cuerpo y se alejaba, Hanbin miró hacia atrás como un pequeño niño perdido gracias al termino del contacto, pero se topó con la angustiada mueca de Zhang Hao y como este lo apegó fuertemente en un abrazo contra su pecho mientras se arrodillaba a su lado. Hanbin emitió un pequeño sonidito de su garganta, cerrando los ojos y aspirando aire, se reconfortó del familiar aroma varonil de Zhang Hao y de la sensación de esos fuertes brazos sosteniéndole como si fuese una muñeca de porcelana fina.

—Lo siento Bing Bing —se lamentó Zhang Hao en un susurro mientras apoyaba su barbilla en aquel pelo rubio—. Llegué tarde, lo siento bebé, tuve que haber llegado antes, o avisarte de lo que pasaba, de verdad lo siento mucho —Zhang Hao dejó varios besos en la cabeza de Hanbin mientras susurraba.

Hanbin apretó entre sus dedos la chaqueta que llevaba el mayor ese día y se separó lo suficiente como para verle el rostro, tenía una mueca triste y sus ojos estaban entrecerrados mientras le miraba.

—Hey —habló por primera vez desde que sucedió todo—. Está bien, ¿si? Llegaste, aunque haya sido tarde o no, si llegaste y eso es lo que más me importa ahora —Hanbin siseó ante el leve ardor de sus muñecas, pero aún así elevo sus manos hasta las mejillas de Zhang Hao y acunó su rostro, acercándolonal suyo y juntando sus frentes cariñosamente—. No te culpes por nada, yo sabía que esto iba a pasar y de alguna forma me siento liberado.

Y era verdad, ya procesando todo lo que pasó, el pequeño peso que Hanbin sentía en los hombros desde que comenzó a salir con Zhang Hao ya no estaba, la incertidumbre de que Chaewon sospechara de ellos o el hecho de tener que verse a horas determinadas para evitar choques ya no estaban, habían desaparecido de su mente. Se sentía tan liviano y suave que lo único que quería ahora era demostrarle a todo el mundo lo mucho que amaba a Zhang Hao.

—Bueno, yo también —balbuceó Zhang Hao, formando una débil sonrisa y un suspiro que Hanbin pudo identificar como de alivio y nerviosismo—. Creo que ahora si puedo hacer las cosas bien...

Hanbin frunció el ceño, sin entender mucho y con un próximo dolor de cabeza asentándose en su frente, al menos ya estaban por cerrar y podía irse a casa a dormir por dos días ya que la situación le había agotado de sobremanera.

—¿Hacer bien qué? —preguntó, y Zhang Hao solo negó con la cabeza para besarle la frente con cariño y acariciar suavemente sus muñecas con las yemas de sus pulgares de forma circular.

—Nada Hamzzi, todavía nada —murmuró sobre su frente, antes de separarse al sentir a Taerae detrás suyo carraspear algo incómodo por interrumpir el momento.

Hanbin se giró, lo suficiente como para mirar a Taerae por sobre su hombro y levantar las cejas en su dirección. Taerae se pasó una mano por la frente, mirando la cafetería vacía y enfocándose en la pequeña camarita oculta en una de las esquinas de esta misma.

—Sabes que le voy a avisar al jefe de esto, ¿no? —Hanbin enseguida negó, no quería más problemas con Chaewon, y estaba seguro de que si esto llegaba a situaciones de su jefe la rubia se iba a ir despedida sin si quiera dar explicaciones, Taerae le miró con una mueca, mientras se cruzaba de brazos—. Sí, Hanbin, lo haré.

—Por favor, de verdad no quiero más problemas, no lo hagas —rogó Hanbin, llevándose enseguida una mala mirada de Taerae, Zhang Hao, y hasta del chico que no recordaba el nombre.

—Solo... Lo quiero hacer por tu bien, ¿si?

En ese momento Hanbin solo pudo asentir mientras volvía a ser abrazado por Zhang Hao, ya que sabía de sobra que cuando Taerae se colocaba serio, no había forma de detenerlo.

for me? ♡ haobinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora