ℳ𝒶́𝓈 𝓆𝓊ℯ 𝓊𝓃 𝒸𝒽𝒾𝒸ℴ 𝒷ℴ𝓃𝒾𝓉ℴ (𝒄𝒉𝒂𝒆 𝒚𝒖𝒍 𝒙 𝒍𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂)

Capítulo Diecinueve

Después de que llegó el médico, me hizo algunas preguntas junto con la policía sobre todo el incidente. No les dije nada más que la verdad, me dejaron ir después de ver que estaba limpia y sana.

Chae Yul y yo entramos al vestíbulo. Me sorprendió ver a Sian, Yujin y Hyun.

—¡Chica! ¡Te extrañamos mucho!— Hyun grita y me abraza.

—¡Oh ____ ¡No nos preocupes así otra vez!— Sian grita después, ella también me abraza.

Sonrío y las abrazo a ambas

—¡¡Lo siento, lo siento, pero no es que yo lo haya causado!!—

Después de unos segundos más, retroceden y Yujin me da algunas flores.

—Lamento lo que te pasó,___ ... Espero que esto te haga sentir mejor—

Oh vaya, me siento alagada.

—¿Em? Oh, um- gracias Yujin...—digo tímidamente, me giro para mirar a Yul y él está mirando a Yujin.

Alguien está celoso...

Después de hablar un poco más, Sian nos invitó a todos a cenar donde hablamos y reímos toda la tarde.

Cuando llegó el momento de volver a casa, Hyun me ofreció llevarme a casa pero le dije que tenía algo que hacer.

—...¿es él? ¿Chae Yul?— ella preguntó seriamente

La miré un poco sorprendida pero luego mis ojos se suavizaron

—sí... lo es—

—... je, no te culpo... un tipo que cuida a alguien así... seguramente te afectará—

La miro confundida —¿a qué te refieres?—

—Ah, claro, bueno... Chae Yul... después de que te acogieron no quería separarse de ti, era tan persistente que los médicos realmente no podían sacarlo de la habitación—

—Cuando intenté hablar con él, me dijo que no quería que te pasara nada peor, me dijo que eras demasiado especial para él... entendí entonces que realmente estaba enamorado de ti, ____—

La miro fijamente, estupefacta.

Él… ¿realmente dijo todo eso?

—Bueno, de todos modos, te veré más tarde, ¿vale? ¡Mantente a salvo!—Ella se marcha con las geniales llaves de su auto.

—¿Ya terminaron de hablar?— pregunto yul, me giro para mirarlo y asiento.

Me mira raro pero se encoge de hombros y comienza a caminar en dirección contraria, lo sigo.

Pasan unos minutos de silencio y luego se detiene, lo miro confundida.

—¿Por qué estás tan callada?...Quiero volver a escuchar tu voz...—me mira

Dios, cómo alguien puede ser tan hermoso?

—¿O-oh-? Lo siento, solo estaba pensando en algo je...— digo mirando hacia otro lado.

Desde el suelo veo su mano alcanzar la mía

—si quisiera tomar tu mano ,¿Te molestaría?—

Sacudo la cabeza indicando que puede hacerlo y tomo su mano inmediatamente, caminamos hasta su departamento.

Una vez que estamos en su puerta dejo de tomar su mano.

—Bueno, ya estás aquí... ¿decoraste tu casa como te dije?— Le pregunté sonriendo cálidamente, él asintió con la cabeza.