Investigación.

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Diego tenia razón, hay personas que se querrán acercar a mi no solo por odio, también podría ser por otra cosa, veía a la nada y disfrutaba de la compañía de aquel chico, sus manos en mi cintura seguían firmes lo cual me gustaba bastante.

-¿Me podrías acompañar a cenar algo?- paso sus manos a mi hombro.

-Claro, me encantaría- me daba la vuelta y le sonreía.

Bajábamos con cuidado de no despertar a los demás, al llegar a la cocina me senté en los taburetes al lado de Diego, el preparaba la comida para después darme un poco, su compañía era bastante agradable en este momento.

Ya terminando de cenar nos íbamos un rato a la sala ambos nos sentábamos en el sofá a platicar los dos estábamos viendo a la nada cuando nos volteamos a ver y ambos explotamos en deseo.

Un cálido y apasionante beso se apodero de nosotros, nos besábamos con necesidad como si no nos hubiéramos visto es bastante tiempo, como si el beso nos salvara de la destrucción, sus manos me hicieron subir en su regazo donde me acomodaba con cuidado poniendo mis manos en su cabello, su mano se posicionaba en mi cabello para profundizar el beso y con su mano libre acariciaba con suavidad mi trasero.

-Jamás me voy a cansar de disfrutar de ti...- dijo separándose un poco de el beso para después volver a besarnos.

Nos besábamos con agresividad, estos días estaba bastante estresada y los chicos entendían así no me insistían para intimar así que era obvio el deseo.

Diego no podía mas así que me acostó con cuidado en el sofá tomando posición entre mis piernas sin separarse de el beso, su cadera hizo un movimiento para rozar por la tela y se sintió increíble y necesitaba mas, necesitaba mas de el, rápidamente Diego me quito la blusa donde no tenia sostén y empezaba a tocar mis pechos con sumo cuidado, disfrutaba tanto dejando salir jadeos de placer, rápidamente me quitaba el short junto con mis pequeñas bragas.

Era obvio que ya ambos nos necesitábamos pero necesitamos mas, puede que haya pasión entre nosotros era increíble la tensión que había entre nosotros todo era increíble pero no podía sentirme mal por no invitar a Cry y Roberto.

Estaba culpándome pero me distrajo el contacto entre el miembro de Diego con mi intimidad, volví a cegarme por la pasión para después mover mis caderas para indicar que necesitaba mas contacto, no sabia en que momento también estaba desnudo el chico, poco a poco me penetro con cuidado y de manera lenta haciendo que lo disfrutara mucho mas.

Empezó con un movimiento lento para que me acostumbrara, mis piernas se cruzaron en la caderas de el chico, poco a poco aumentaba la velocidad y la fuerza con la cual me embestía, tomaba mis caderas con firmeza para no perder el ritmo.

-Dime... dime de quien eres cariño...- indico Diego entre jadeos tomando mi rostro para que lo viera.

-D-Diego...- se me complicaba bastante hablar debido a mis jadeos y gemidos no contenidos.

-Vamos querida, dime a quien le perteneces- dejo de moverse aun tomándome con cuidado del rostro.

Dios, a dejar de moverse provoco mas deseo en mi que no podía más, sus ojos estaban completamente obscurecidos por la pasión, sentía como mi intimidad necesitaba esos movimientos intentaba conseguir fricción pero sabia que no iba a hacer nada hasta que yo dijera lo que que quería escuchar.

-Digo...soy tuya Diego solo tuya- seguía viéndolo a los ojos casi suplicando por sus movimientos.

-Muy bien pequeña...- sonrió para seguir con sus movimientos ahora mas rápidos y bruscos.

𝙿𝚘𝚕𝚒𝚊𝚖𝚘𝚛  ꨄ︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora