ch. 03

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𝐸ntre el sabor de la carne de ciervo y la bebida sabor manzana, esperé atenta a que sucediera la magia

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𝐸ntre el sabor de la carne de ciervo y la bebida sabor manzana, esperé atenta a que sucediera la magia. Deseé que en mis tiempos hubiera una presentación de mi momento de muerte... hasta que recordé exactamente cómo había sucedido. Me salté los detalles de mi relato, nadie encontraría valeroso desfallecer por un golpe de calor y otras cosas. Estaba segura de que sólo mi herencia me había salvado de aquella patética explicación.

—¡Lars Ahlstrom! —gritó Helgi.

Un chico rubio y corpulento se levantó con su valquiria. Lars Ahlstrom estaba tan nervioso que volcó su jarra y se salpicó la entrepierna de hidromiel. Un murmullo de rosas recorrió el salón.

Helgi sonrió.

—Como muchos de vosotros sabéis, la capitana Gunilla ha ido introduciendo progresivamente nuevas herramientas a lo largo de los últimos meses. Ha equipado la armadura de sus valquirias con cámaras para que todo el mundo sea responsable de sus actos... ¡y, con suerte, para mantenernos entretenidos!

Los guerreros dieron vítores y golpes con sus jarras.

Helgi levantó su jarra.

—¡Os presento Valquiria Visión!

Alrededor del tronco del árbol, flotando en el aire, parpadeó un círculo de una pizarra transparentada gigantesca. Las imágenes se veían de forma entrecortada, aparentemente tomadas con una cámara apoyada en el hombro de una valquiria. Desde aquella perspectiva, me encontraba a gran altura, dando vueltas sobre un transbordador que se hundía en un mar gris. La mitad de los botes salvavidas colgaban ladeados de sus cables. Los pasajeros saltaban a bordo, algunos sin chalecos salvavidas. La valquiria se acercó lanzándose en picado. La imagen se enfocó.

Lars Ahlstrom avanzaba con dificultad por la cubierta inclinada con un extintor en las manos. La puerta del salón interior estaba bloqueada por un contenedor metálico. Lars se esforzó por moverlo, pero pesaba demasiado. Dentro del salón había una docena de personas atrapadas, aporreando desesperadamente las ventanas.

En la presentación, Lars Ahlstrom gritó algo en un significado claro: «¡Atrás!».

En cuanto hicieron lo que les dijo, el chico golpeó la ventana con el extintor. Al tercer intento se hizo añicos. A pesar del frío, Lars se quitó el abrigo y lo extendió sobre los cristales rotos.

Se quedó junto a la ventana hasta que los últimos pasajeros salieron sanos y salvos. Corrieron hacia los botes salvavidas. Lars Ahlstrom volvió a coger el extintor y empezó a seguirlos, pero el barco dio un violento bandazo. El chico se golpeó la cabeza contra la pared y se deslizó, inconsciente.

Su cuerpo empezó a brillar. El brazo de la valquiria apareció en el encuadre, estirándose hacia él. Una resplandeciente aparición dorada brotó del cuerpo del recién llegado. El Lars Ahlstrom dorado cogió la mano de la valquiria, y las pantallas se oscurecieron.

𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐖𝐎𝐑𝐃 𝐎𝐅 𝐒𝐔𝐌𝐌𝐄𝐑 ──── magnus chaseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora