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Capítulo 12: 

Blair caminaba por los majestuosos pasillos de la mansión, sumida en pensamientos oscuros que la atormentaban. La mera idea de casarse con Theodore Nott pesaba en su mente como una sombra indeseada.

Mientras para muchas chicas la perspectiva de salir con Theodore, o incluso comprometerse con él, sería un sueño hecho realidad, para Blair era todo lo contrario. A pesar de apreciar profundamente a Theodore, ella conocía cada una de sus facetas, tanto las virtudes como los defectos.

La presión social y las expectativas familiares la obligaban a considerar esta unión, pero su corazón no estaba alineado con ese destino. Cada paso que daba por aquellos corredores resonaba con la lucha interna que vivía. La grandiosa mansión parecía encogerse a medida que su ansiedad crecía.

Se detuvo frente a un ventanal que ofrecía una vista panorámica del jardín, tratando de encontrar claridad en medio de la tormenta de emociones que la envolvía. Las dudas sobre su futuro la acosaban, y la idea de comprometerse con alguien a quien no amaba la llenaba de angustia.

Sus pensamientos tumultuosos fueron abruptamente interrumpidos por unos pasos resonantes detrás de ella. Al escuchar el sonido, Blair giró sobre sus talones y se encontró con la figura de Theodore, quien la observaba con intensidad a través de profundos ojos.

El silencio entre ellos parecía cargar el aire con una tensión palpable. Theodore, con su presencia imponente, emanaba una seriedad que dejaba claro que algo pesaba en su mente.

—Blair —murmuró Theodore, rompiendo finalmente el silencio. Su tono era grave, revelando que estaba al tanto de la tormenta emocional que acosaba a Blair.

Ella lo miró con una mezcla de ansiedad y determinación. Los ojos de Theodore buscaban respuestas en los de ella, como si pudiera descifrar sus pensamientos con solo mirarla. La habitación parecía encogerse a medida que la tensión entre ellos crecía.

—Tenemos que hablar —añadió Theodore, y su voz resonó en el espacio, llevando consigo la gravedad de la situación. Blair asintió. 

—Escuché a nuestros padres hablar...

Ante la expectante mirada de Blair, Theodore pareció cargar con el peso de la situación antes de revelar:

—Dijeron que debíamos formar una familia antes de que cumplas 18 años.

Theodore dejó escapar un suspiro, y en ese suspiro se coló la magnitud de la situación que se extendía ante ellos. Blair, con la mente llena de preguntas, observó a Theodore en busca de más detalles. La perspectiva de ser arrojada a un compromiso sin elección la llenaba de inquietud, y el rostro de Theodore reflejaba una mezcla de preocupación y resignación.

—¿Qué vamos a hacer? —preguntó Blair, dejando entrever la incertidumbre que la embargaba. La respuesta de Theodore a esa pregunta determinaría el destino que ambos enfrentarían en los próximos meses.

Ante la incredulidad y la resistencia de Blair, Theodore respondió con sinceridad:

La tensión en la habitación parecía crecer a medida que Theodore buscaba las palabras adecuadas para responder. Blair, por su parte, mantenía la mirada fija en él, esperando una reacción.

—Blair, entiende que nuestras familias han tomado esta decisión por razones que van más allá de nosotros —intentó explicar Theodore, pero fue interrumpido por la mirada desafiante de Blair.

—No me importan las razones, Theodore. No me casaré contigo ni con nadie por obligación. Quiero decidir mi propio destino —declaró Blair con firmeza, cruzando los brazos sobre su pecho.

Obsessed with you| Mattheo RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora