"Henry bowers es una nenaza."
Habían pasado días de que Henry había visto a la extraña criatura en los pastizales. Poco tiempo había pasado desde ese suceso, probablemente media semana o muchísimo menos, dos días o tres. El joven bowers no podía ni siquiera pegar un ojo, estaba completamente paranoico, tenía miedo de que algo le llegara a pasar.
El payaso que vio aquella vez le habia dicho que debia matarlos a todos. El miedo lo llenaba por todas partes, se sentía demasiado inseguro estando en soledad, tenía un horrible presentimiento sobre esa cosa.
La única solución que encontró a su problema era estar en compañía todo el tiempo.
Henry no tenía muchas opciones, Belch era demasiado estúpido como para terminar de caerle bien a Henry, sabía muy bien que el tipo le iba a sacar canas verdes si es que él era la compañía que el buscaba. También pensó en Victor, pero el tipo era demasiado cuerdo como para que fuera amigo de Bowers, de seguro no le iba a permitir hacer sus locuras. Su última opción era Patrick Hockstetter, todos sus compañeros y la gente de la escuela pensaba que él y el lunatico de Patrick siempre fueron mejores amigos, pero eso no siempre fue así, nunca tuvieron tiempo de conocerse a fondo, ni siquiera Henry sabía cuál era el apellido del contrario, le daba miedo estar mucho tiempo junto a él ya que siempre se teorizó que Patrick Hockstetter era un desquiciado y un rarito. Con el tiempo Bowers se dio cuenta que todo lo que decían de Hockstetter era cierto. Aun así, al rubio no le quedaba otra opción, no quería estar solo porque seguramente se iba a convertir en un completo paranoico.
Así fue como Bowers decidió ir a la casa de Patrick, estaba parado frente a la puerta de la familia Hockstetter y a un solo paso de tocar la puerta. Pero antes de hacerlo pensó en los problemas en los que se podría meter al ser más cercano con Patrick, aun así, no el quedaba otra opción, prefería estar acompañado por un lunatico y no ser él el lunatico. Tocó la puerta con delicadeza, a los pocos segundos salió la señora Hockstetter con un bebé en brazos. El rubio preguntó por su hijo y la señora le indicó que estaba arriba, se notaba que a la madre de Patrick no le caía para nada bien Henry.
Este subió las escaleras y se dirigió hacia el último cuarto que se encontraba al final del pasillo. Abrió lentamente la puerta.
—¿Hola? — Exclamó Henry para luego cerrar la puerta.
Patrick estaba tirado sobre la cama, no parecía dormido, asi que a Henry no le importó mucho acercarse a él sin cuidado y sentarse sobre la cama haciendo ruido, total, el tipo estaba completamente despierto.
—¿Henry? — Preguntó el contrario con la voz un poco ronca, luego de eso, al igual que Henry, se sentó en su cama y miró fijamente al rubio, el cual se veía bastante angustiado o un poco asustado. —¿Está todo bien? — Era muy raro para Patrick, lo primero que se le ocurrió era que de seguro algo había sucedido respecto a su padre abusivo, pero Henry no tenía ni un solo rasguño o alguna prueba que haga que su teoría fuera acertada.
El chico de la cabellera rubia se rascó la nuca para luego mirar a Patrick, el brillo de sus ojos azules cristalinos había desaparecido. Esto despertó una pequeña curiosidad dentro del azabache, ¿Por qué de la nada Henry se encontraba así? Eso estaba a punto de averiguar.
—Patrick, no sé si eres mi amigo, pero yo supongo que si. — Hizo una pequeña pausa para luego carraspear un poco. —Puedo confiar en ti ¿Verdad? — El tono de su voz se hizo completamente pasivo, casi sumiso, como si le estuviera suplicando al contrario por amistad.
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Ultraviolence // Henpat
Teen FictionTodos estos sucesos estaban ocurriendo en el humilde y pequeño Derry, el lugar donde pasan un montón de cosas extrañas, niños perdidos, asesinatos, entre otras cosas. Dentro de este pueblucho se encuentra Henry Bowers, el chico que se ganó el títu...