¿Mimitos?

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Jimin estaba triste, regresar a su casa era como regresar a la realidad, y el detestaba eso, el quería vivir en su pequeño mundo de fantasía donde Hoseok era su familia y el un pequeño niño curioso y enérgico, pero todo eso era muy lindo para ser verdad.

Vivir en un ambiente familiar violento había hecho que Jimin buscará cualquier excusa para salir de casa, odiaba estar en ese lugar donde solo lo esperaban gritos, golpes y algún objeto volador, si la situación se ponía demasiado violenta escapaba por la ventana de su cuarto intentando no morir en el intento.

Cuando descubrió el little space sintió que era una manera de darle paz a su pobre mente que solo pensaba en colgarse del techo como si fuera piñata.

Descubrió que Minnie y Jimin eran muy diferentes y le gustaba, le gustaba la diferentes facetas por las que podía pasar.

A pesar de todo y del que no se avergonzaba de su regresión y su pequeño espacio, siempre fue cauteloso con las personas a las que se lo contaba, Hoseok fue el único que lo supo, y claramente ahora también Yoongi y Namjoon, pero aún es algo que le cuesta mencionar, es una parte de el que aun cuesta aceptar.

—Hobi— Hoseok volteó a verlo, dándose cuenta que ya no se encontraba en su little space —¿Podemos irnos? Pero irnos muy muy lejos, en otra ciudad, en otro país, en otro lugar, un lugar bonito donde ningún familiar mío nos vaya a buscar ¿algún día podremos hacer eso?— los ojos de Jimin estaban cristalizados, amenazando con salir gruesas lagrimas de sus lindos ojitos.

El mayor no pudo más y solo lo abrazo, le dolía ver a su amigo de esa manera, el sabía todo lo que pasaba en su casa pero tampoco podía interferir tanto.

Jimin solo se dedicaba a llorar y aferrarse a su amigo, siempre le gusto abrazarlo por que era más alto y grande que el, se sentía seguro.

—¿Quieres quedarte hoy conmigo?— Hoseok claramente sabía la respuesta pero nunca estaba de más preguntar.

Jimin solo abrazo con mas fuerza a su amigo y asintió con la cabeza, se sentía tan agotado mentalmente, ya no daba para más.

—Vámonos corazón, algún día nos iremos muy lejos, te lo prometo— el mayor susurro sobre los cabellos del más bajito.

Hoseok cargo a Jimin, no era la primera vez que lo hacía, ademas de que Jimin no pesaba mucho, podía caminar con el brazos sin ningún problema.

Había notado que esos últimos días Jimin había estado más sensible e inestable, y el lo único que podía hacer era intentar alejarlo de la fuente de su inestabilidad.

No todos los padres son amorosos y cálidos.

Cuando llegaron al departamento Hoseok dejo a Jimin en su cama y lo tapo con unas mantas, lo iba a dejar descansar, seguro no había estado durmiendo bien.

Cuando Jimin despertó ya estaba oscuro, se dio cuenta en donde estaba sobre todo por que no había ruido y había una pequeña luz de noche.

Salió de la habitación a pequeños pasitos buscando a su amigo, sinceramente tenía muchas ganas de abrazarlo mientras ven películas de Disney.

—¿Ya despertaste cielo?— Jimin asintió mientras se acercaba a abrazarlo, parecía un pequeño gato aferrado a su dueño.

Hoseok sonrió mientras acariciaba los cabellos rubios del más pequeño, sabía que muchas cosas pasaban por su cabeza, en especial por que estaba muy callado.

—¿Quieres un bibi amor?— enseguida capto la atención del mas pequeño.

—Por favor Hobi!!— en ese momento Jimin solo quería sentirse pequeño.

—Aquí tienes mi cielo— el mayor le paso el biberón lleno de leche con chocolate al más pequeño que corrió hacía la sala, al parecer la siesta había recargado las pilas del pequeño Minnie.

—Hobiiiii ¿jugamos?— los ojitos de Jimin parecían dos pequeñas galaxias con lo mucho que se iluminaron al ver a su amigo asentir.

Habían estado jugando con las Play-Doh que Jimin había dejado en la casa de su amigo, jugaban a hacer animales y el que más se parecía al original ganaba, las risas de Jimin se escuchaban en toda la sala y eso ponía de buen humor a cualquiera.

—Hobi ¿dibujamo?— el más pequeño amaba dibujar y amaba aun más que sus dibujitos siempre estaban pegados con imanes en el refrigerador de su amigo.

—Claro que si nene, ten— Hoseok le paso una hoja en blanco y mientras iba a buscar los crayones Jimin guardaba todas las plastilinas, había sido una noche divertida.

Cuando empezaron a dibujar se escuchaban los pequeños relatos del más pequeño, desde contarle que había encontrado una cucaracha en el baño de la escuela, hasta el nuevo episodio de su caricatura favorita, y cuando por fin termino su obra maestra se la enseño a el mayor.

—Hobi, Minnie y perrito— Jimin explico todo su dibujo algo mal pintado y con figuras que no se entendían bien, pero a los ojos de Hoseok era la pintura más hermosa que había visto.

—Esta precioso mi amor! Lo pegaremos en la refri ¿si? Pero no me vas a convencer de adoptar un perro, pequeño travieso— el mayor le hizo cosquillas al pequeño rubiecito que solo reía y se retorcía.

Una noche llena de juegos y crayones muy divertida.

Ame, quería introducir mas a Jimin y Hobi en la historia.

¿Que tal? ¿Les gusto?

¿Como va su 2024?

Recuerden dormir bien y comer bien, bye bye!  ˘͈ ᵕ ˘͈