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Un pequeño llanto asustado fue lo que escucharon los cuidadores, interrumpiendo su amena conversación

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Un pequeño llanto asustado fue lo que escucharon los cuidadores, interrumpiendo su amena conversación.

A Namjoon se le salió el alma al ver de quien venía el llanto, era el llanto de su niño.

A paso rápido ambos llegaron a la par de ambos littles preocupados por el sentir de Yoonie, quien estaba más asustado que adolorido, no todos los días veía su rodilla sangrar llena de tierra.

—¡Minnie! Te dije que no jugarás tan brusco con Yonnie, el no es tan enérgico y tolerante al dolor como tu nene— Minnie de inmediato bajo su cabecita por el había sido el que había corrido primero.

—Ya paso bebé, tranquilo corazón, solo te voy a limpiar ¿si?— Yonnie asintió mientras gruesas lágrimas seguían bajando como cascada por sus pequeños ojitos.

En lo que Namjoon pasaba una pequeña toallita húmeda en la rodilla de su nene, Jimin salió corriendo por su mochila.

—Ya esta— dijo el mayor mientras de le daba un besito en el pequeño raspón del más pequeño —¿Duele mi amor?— dijo mientras limpiaba un poquito su carita llena de tierra.

—No papi, pero me asuste— Yonnie era algo sensible en todos los aspectos.

Jimin llego en ese momento con una curita de dinosaurio en la mano, era un T-Rex de tamaño mediano listo para cubrir la herida de su amiguito.

—Yoonie mida!— el pequeño Minnie dijo mientras ponía la curita en la rodilla de su amigo —¿mejod?— los ojitos de Jimin pasaron a ser dos lunitas mientras le sonreía a su amigo de juegos.

Yoongi miro su rodilla con curiosidad, nunca había visto algo así, le encantaba, y estaba como nuevo.

—¡Sip, sip! Gracias Minnie— ambos littles se levantaron para volver a correr hacía el destino inicial.

—¡Con cuidado niños!— grito Namjoon al ver que de nuevo corrían.

Era la primera vez que tenía que curar un raspón por que a Yoongi nunca le intereso correr en el jardín, el era más de sentarse en el pasto y buscar mariquitas.

Los más pequeños jugaron sin parar, jugaron cruz roja, las atrapadas, congelados y hasta tenta, pero sentían que eran muy pocos, esos eran juegos que se debían de jugar con muchas personas, si no era aburrido.

—Yoonie, digámosle Hobi y a Namjoonie que jueguen con nosotro!— ambos se miraron cómplices y arrastraron a los mayores para poder jugar congelados otra vez.

¡Era mucho más divertido así!

Pero los mayores no tenían el mismo aguante que los littles, y eso se notaba bastante.

—Minnie, corazón, vayamos a comer mejor ¿si? Eso suena genial! ¿O no?— Hobi intentaba persuadir al rubiecito que aun corría con su pila al 100%

—Es una excelente idea! Vamos Yoonie, no hemos comido nada— ahora era el turno de Namjoon de intentar convencer a los más pequeños.

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